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El Real Madrid viaja a Barcelona, para disputar los dos primeros partidos del 'playoff' final de la Liga, con el claro objetivo de buscar una victoria en el Palau que le permita acechar el título en casa.

Por quinto año consecutivo, Madrid y Barcelona, Barcelona y Madrid, vuelven a medir sus fuerzas al mejor de cinco partidos con el título de por medio.

Sólo el pasado más inmediato puede tener alguna influencia y no precisamente el 3-0 del Real Madrid de la temporada pasada en la final. Tampoco el 3-1 del Barcelona en la presente campaña, con victorias de cada uno en casa del rival en Liga y una doble victoria del Barça en el Top 16 de la Euroliga.

Si puede tener incidencia, por el contrario, el hecho de que el Barcelona sólo haya ganado una Supercopa en dos temporadas, mientras que el Madrid lo ganara todo la pasada campaña y en esta ya haya conseguido la Copa.

Los azulgranas parecen más presionados y necesitados de tocar título, mientras que el Madrid parece más acostumbrado a luchar con la presión y más certero a la hora de preparar partidos difíciles y trascendentales.

El Real Madrid acude a la primera cita con la mejor versión de Sergio Llull recuperada y, al parecer, sin freno: lleva 12 partidos seguidos opr encima de los dobles dígitos en anotación.

Desde el pasado día 1 de mayo, en que anotó 15 puntos frente al Obradoiro, Llull se ha mostrado imparable para sus rivales. Más descansado y con más confianza, el base ha vuelto a imprimir su vertiginoso ritmo y ha mostrado toda su capacidad física y atlética.

Si desde el inicio de la temporada, en octubre, hasta abril había promediado 9 puntos y 11,6 créditos de valoración, Llull aporta desde mayo 16,3 tantos y 19,4 de valoración por encuentro.

Su aportacion también ha crecido en otras tareas, como la de los rebotes, aunque ha disminuido en el apartado de asistencias. Ahora, con más confianza y mejor físicamente, el menorquín sabe que puede jugárselas. Hasta mayo, promediaba 5,1 asistencias por encuentro. Desde entonces, el registro es de 3,8 pases de canasta.

Horas antes del partido, Sergio Llull manifestó que los objetivos «siempre son  ambiciosos». «Hay que llegar a las finales e intentar ganarlas. Lo importante es que el equipo se deje la piel en la cancha y sea cual sea el resultado podremos irnos contentos», matizó. 

De todos modos, con el Barça líder de la liga regular y poseedor  del factor cancha, cree que «no será nada fácil» reconquistar la Liga  Endesa. «El Barça es un gran equipo y parte con esa pequeña ventaja. Vamos a pelear y luchar todos juntos para intentar revalidar ese título de campeón de Liga y poder celebrarlo con  nuestra afición», manifestó.

Por ello intentarán dar coba a su ataque, el mejor de la liga, y jugar sin miedos. «Si somos el mejor ataque, que prime  el ataque. Sería bueno para nosotros. Pero en partidos de este calibre no te puedes basar solo en un aspecto, ganará quien juegue  mejor en ataque y defensa en conjunto. Habrá que igualar su  dureza atrás y controlar el rebote», argumentó.