Llull ha exhibido un nivel muy por encima del resto durante la serie semifinal | Carlos Diaz

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El Real Madrid de Sergio Llull se convirtió ayer en el primer finalista de la Liga Endesa al ganar 73-76 a un combativo Unicaja y garantizarse así su sexta presencia consecutiva en la final de una competición de la que es el vigente campeón, tras sentenciar con un contundente 3-0 su eliminatoria de semifinales.

Este tercer choque se resolvió en el tramo final, en el que los madridistas, que se medirá en la final con el ganador de la eliminatoria Baskonia-Valencia, hicieron valer su mayor serenidad y su superior físico ante un equipo malagueño que había ido casi todo el encuentro por delante, pero al que le fallaron las fuerzas en el momento decisivo.

El partido fue vibrante, con una puesta en escena favorable para el conjunto entrenado por Joan Plaza, que salió muy concentrado, con una excelente defensa, y dejó tres minutos sin anotar al equipo dirigido por Pablo Laso (6-0). Poco a poco, el equipo merengue se fue recuperando, aunque el Unicaja mantuvo la diferencia en el primer cuarto (14-11).

El Madrid quería entonarse y lo intentó con diversas rotaciones realizadas por Laso, pero no llegó a ponerse por delante ante un cuadro andaluz serio, fuerte atrás y con efectividad atacante, como demostraron con dos triples consecutivos Kyle Fogg y Carlos Suárez (22-15, m.14). El técnico de los blancos tuvo que pedir tiempo muerto y frenar el encuentro, porque los cajistas seguían siendo mejores y consiguieron su máxima diferencia con un Suárez inconmensurable, que mostró su poderío en ataque con otros dos triples (28-20, M.16).

El Real Madrid, a pesar de estar incómodo en la pista y de tener muchos problemas en defensa, se mantenía en el marcador gracias al trabajo de sus jugadores interiores como Felipe Reyes y el mexicano Gustavo Ayón, ambos con seis puntos, para llegar al descanso con una mínima desventaja (33-31, m.20).

En la reanudación, el Unicaja sufrió un pequeño bajón que permitió el único empate del encuentro (33-33, m.21), pero retomó la presión y cambió la estrategia para que tuviera más protagonismo el juego interior, donde el pívot serbio Dejan Musli fue el revulsivo con seis puntos (42-35, m.25). Los locales no bajaron el ritmo y alternaron el juego exterior con el interior, en el que Musli seguía haciendo daño (52-43, m.29), pero un parcial de 0-8 con un triple final del alero estadounidense Jeffery Taylor cerró el tercer cuarto con 52-51 (m.30).

Más seguro

En el último parcial, el encuentro cambió por completo, con un Madrid más seguro, duro atrás y que se puso por primera vez por delante con dos puntos de Felipe Reyes (56-58). El Unicaja acusaba fatiga, pero Eyenga, con 12 puntos, dio emoción al encuentro, que entró en un intercambio de canastas, con errores en ambos equipos y un tramo final con dos triples de Nedovic. Este acierto de Nedovic mantuvo la incertidumbre (73-74) hasta los instantes finales, pero Llull anotó dos tiros libres y el Real Madrid, con un trabajado triunfo por 73-76, no perdonó la oportunidad de lograr por la vía rápida el pase a la final.