Analén González, durante un entrenamiento | Josep Bagur Gomila

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Afirma que Ourense es un lugar excelente para no perder de vista lo que pasa en el resto del mundo y un entorno idóneo para aprender y formarse con tranquilidad. Pero tras años como entrenadora a varios niveles, Analén González se atrevió en verano a dar un giro a su trayectoria laboral en Menorca.

De profesión: entrenadora

Sí, desde hace ya años mi profesión es la de MUJER ENTRENADORA. Con catorce años me dan la oportunidad de vivir mi primera experiencia como entrenadora y desde ese mismo momento empiezo a formarme hasta decidir, con dieciséis años, encaminar mi futuro profesional hacia el deporte de la canasta.

Y como motivación vital...

Vivir una vida leal que despierte mi curiosidad; lo que conlleva, a nivel profesional, la dedicación y eficacia necesarias para intentar ser mejor entrenadora cada día.

¿Cuándo comienza su relación con el deporte de la canasta?

Con diez años y aunque dicen que era realmente buena, estaba un poco cansada de las clases de pandereta y baile; así que, con once, decido apuntarme al equipo de baloncesto de mi centro escolar y ya no pude parar de jugar, ver, formarme o conocer más sobre este deporte.

¿Necesita reivindicarse a diario como mujer y entrenadora?

Ni lo necesito ni quiero hacerlo. Crecí en una familia, soy la menor de tres hermanos, en la que la dicotomía mujer-hombre nunca existió como tal y tampoco necesitó de esfuerzos para lograr la igualdad porque siempre la vivimos con toda naturalidad. Es decir, vivo desde que tengo consciencia en un mundo donde conviven ambos sexos, en unos casos la convivencia es buena y otras mala; si es la idónea no hay problema y si no lo es suelo ser bastante reivindicativa, siempre desde una posición que entiendo que es la correcta. Si no existe, la educación social es necesaria y, en este y otros aspectos, a las mujeres entrenadoras nos queda trabajo por hacer para que resulte natural lo que es natural, sin necesidad alguna de aceptar igualdades a la carta o "concedidas" porque, ya se sabe, la igualdad concedida no es igualdad sino fuero.

¿Cree que ha gozado de las mismas oportunidades que sus compañeros de promoción? ¿Por ser mujer?

Yo creo que sí he gozado de las mismas oportunidades; pero no es menos cierto de que las oportunidades, seas hombre o mujer, hay que ganárselas y luchar por ellas. Yo no quiero ni consiento que me discriminen positivamente, soy deportista y no me han educado para aceptar que, por el hecho de ser mujer, me dejen vía libre para tirar a canasta. Los sexos no pueden traer implícito diferentes tratos, ni en lo social ni mucho menos en algo tan sano como el mundo del deporte. Si alguien tiene talento o es bueno en algo, ¿qué más da su sexo?; es bueno y punto.

¿Quién la "engañó" para venir a desarrollar su profesión a Menorca?

Afortunadamente fueron muchas cosas, una mezcla de gentes de bien con ambientes idóneos para desarrollar ideas de baloncesto. El primer nombre que me viene a la cabeza para entender la conexión Galicia-baloncesto-Ferreries es Pep Clarós… Mantengo una gran relación con Pep a raíz del clínic "Desmontando al Entrenador Ayudante" que organiza el Obradoiro y es él quien contacta conmigo en julio para comentarme la opción de ser coordinadora deportiva del Club Bàsquet Ferreries. Luego viajo aquí y conozco al presi y a la directiva, al club y su "carácter Ferre", a la gente de Ferreries y decido que merece mucho más la pena apostar por Menorca que por otras propuestas que tenía sobre la mesa.

¿Le ha sorprendido la Menorca baloncestística?

Voy a responder muy al estilo gallego: exactamente no me sorprendió y si en algo lo hizo fue para bien. Contaba con las valiosas informaciones de varios entrenadores gallegos con pasado en la Isla como pueden ser Miguel Ángel Hoyo o Víctor Pérez y, por supuesto Pep Claros. Lo que me gustaría es definir la situación como un descubrimiento mutuo cuyo resultado final sea óptimo para ambas partes.

¿Y la geográfica? ¿Ha tenido tiempo de conocerla?

No tanto como quisiera, pero me pasa en lo geográfico y también en lo idiomático porque tengo la firme voluntad de hablar "menorquí". Pero aún es pronto, llevo tres meses aquí y por ahora pienso 24 horas en el club; aunque en días puntuales he podido sacar tiempo y hacer algunas rutas del Camí de Cavalls o conocer el faro de Cavalleria y su pequeño puerto pesquero del cual estoy enamorada.

¿Cómo la han recibido sus compañeros de profesión?

Creo que nos hemos "recibido" muy bien y con absoluta cordialidad, siento un gran respecto por todos ellos y por su trabajo del que estoy segura podré incorporar conocimientos de gran utilidad. Estos primeros meses pasaron muy rápido y son tiempos de adaptación que me han regalado una buena relación con los responsables de los clubes; y aprovecho para agradecerles el trato tan cercano que me llevan dispensado desde el primer día.

¿Se siente una 'rara avis' por ser la única directora técnica de la Isla?

Para nada, soy Directora Técnica pero mi condición es la de Entrenadora y me gusta estar en primera línea de batalla.

Dicen que ha entrado con fuerza en el mundo de la canasta insular, que ha hecho oír su voz.

Aunque la agradezco, me abruma bastante esta aseveración; soy una más y únicamente procuro hablar bajito con palabras claras y lealtad. No negaré que estas últimas semanas me llegan, tanto de dentro como de fuera de la Isla, comentarios que van en esa línea y no sabría decir si es exactamente así; lo que sí tengo claro es que acabo de llegar y todavía me queda mucho por hacer y demostrar.

¿Ha tenido tiempo de evaluar el papel de la mujer en el baloncesto menorquín?

Sí, sobre todo a raíz del seminario que desde el club estamos promocionando. He podido conversar con bastantes entrenadores y, en su mayoría, me trasladan que la representación femenina en la Isla es escasa. ,Sé que Alcázar cuenta con Andrea Pons al frente de equipos en edad infantil y cadete femenino, Sant Lluís tiene a Toñi Soler en iniciación, en Ferreries contamos con Espe Marquès en el cadete femenino, Alba Vargas en mini femenino, Nuria Sintes en premini, Ainhoa Cáceres en iniciación y Vero Pieres en la escoleta. Me comentan que muchas jugadoras dan el paso a ayudar a los equipos pero falta que den el paso de querer formarse y dirigir a equipos en Menorca.

¿El balonceto menorquín es machista?

¡No lo creo! Llevo poco tiempo en la Isla pero el suficiente para tener una muy buena opinión de su baloncesto y su gente. ¿Y si la pregunta fuera al revés? Pues contestaría exactamente lo mismo. Por encima de todo, lo que es importante es no caer en manidos estereotipos pensando que combatiéndolos vamos a conseguir, entre todas y todos, eso que se ha dado en llamar normalidad civilizada. El mundo del deporte nunca debe convertirse en el campo de batalla para la lucha de géneros porque, ante todo, debe de dar un ejemplo pedagógico útil y eficaz para niños y niñas.

El 17 de diciembre, el CB Ferreries, a través de la Asociación Española de Entrenadores, pone en marcha el seminario Sinergia, dentro de las jornadas de difusión y promoción de la mujer entrenadora, ¿hace falta?

SINERGIA tiene un buen planteamiento busca hablar con entrenadoras y entrenadores sobre el baloncesto actual y, entre otras cosas, analizar la situación en lo tocante a la representación femenina en este deporte con el objetivo de arbitrar soluciones en aquellos ámbitos en los que se detecten situaciones susceptibles de mejora. Creo que aquí todos tenemos mucho que aportar, este tipo de iniciativas repercutirá de forma positiva en los clubes a la hora de potenciar o reforzar a todas esas jugadoras que se encuentran indecisas sobre si comenzar o no un camino como este.

Ferreries, Menorca, ¿es un marco idóneo para desarrollarse como entrenadora?

Estoy aquí porque así lo creo, por lo pronto me han propuesto hacerme responsable de un club con mucha trayectoria y, sin duda alguna, es una apuesta muy valiente por parte del club a la que espero responder y estar a la altura.

¿Qué puede aportar como mujer entrenadora (desde su profesión) para dar visibilidad, reforzar, igualar, normalizar el papel de la mujer en la sociedad actual?

Por decirlo de algún modo, el "continente" del mundo del deporte debe ser un ejemplo modélico y transversal para la sociedad. Yo soy, por encima de todo, una deportista que cree en la dedicación, el trabajo, la competitividad sana y la pasión por lo que uno hace; también estoy convencida de que es la fórmula idónea y válida -sin distinción de género- para ocupar por méritos cualquier área o cometido deportivo.

Pienso que los hechos son más importantes que las palabras y, por supuesto, que el sexo del o de la que las pronuncia o lleva a cabo. No se trata de lo que yo pueda aportar sino de lo que el mundo del deporte, globalmente considerado, quiere aportar en la corrección de las situaciones que cita; mi humilde función es aportar lo mejor de mí, trabajando día a día con la convicción de que el futuro se construye desde el presente y que, si queremos, nada nos va a impedir lograr lo que nos propongamos.

¿Ha venido para revolucionar el 'carácter Ferre'?

A revolucionarlo no, ellos siempre han sido referentes en el básquet menorquín. El "Carácter Ferre" es un valor añadido de primera magnitud con el que me siento plenamente identificada porque, a mi galaica manera, lo llevo en el alma desde que nací. Estoy aquí para reforzar la estructura del club y convertirnos en mejores formadores/entrenadores; ni que decir tiene que espero estar a la altura de la historia de este club y su legendario carácter.