Gino Rovellada, con el puerto de Maó al fondo, destina su mirada en dirección a Es Castell, de nuevo, su hogar deportivo. | Josep Bagur Gomila

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Gino Rovellada está de vuelta. Y rebosa motivación. El entrenador mahonés, tal y como desveló este diario en su edición de ayer, se ha convertido en el nuevo técnico del Pinta B Es Castell, en lo que asimismo supone su retorno a una plaza que siente como su propio hogar un lustro después de su marcha, instigada entonces por causas particulares, ajenas al baloncesto.

El experimentado preparador local, en sus primeras manifestaciones como nuevo ‘jefe’ del banquillo del Pinta B Es Castell, analiza, entre otros aspectos, qué ha impulsado su decisión de volver al club, de reanudar su actividad ‘en la banda’ en suma, así como el bosquejo de equipo que pretende amalgamar y la intención de juego que tratará de desarrollar –«rápido y alegre», indica– en la que será la segunda temporada consecutiva y de la historia en Liga EBA de la entidad del Este insular.

Abundar en la génesis de la negociación que desembocó en su firma por el club que preside Tomeu Vanrell nos remonta «al año pasado», cita Gino, que siempre dejó, cuando en 2016 marchó, «una puerta abierta para el regreso». Y las circunstancias y el destino han deparado que recale en el primer equipo.

«Salí de Es Castell en su día por motivos laborales, me era inviable compaginar trabajo y básquet en esos momentos; fue una salida amistosa, hablé con el presidente, Tomeu Vanrell, y quedamos que más adelante podríamos reemprender la relación, de hecho, siempre tuve en mente volver, aunque fuera para entrenar un equipo infantil… en mitad del curso anterior contacté con el club, les expliqué que estaba motivado, con ganas, y después sucedió los de Martínez Escala… continuamos las conversaciones y mira, aquí estamos», relata el nuevo entrenador del Pinta B Es Castell sobre su proceso de regreso, en lo que también ha tenido su influjo «el deseo del presidente de ‘menorquinizar’ el proyecto». «Y la verdad, me ilusiona mucho el planteamiento, más con los jugadores que tenemos. Y me veo capacitado para entrenar en EBA, que es una liga exigente, pero no una LEB Oro; es una categoría que me atrae mucho», precisa.

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