Imagen del encuentro de ayer en Igualada, con el capitán menorquín, Sergi Llufriu, intentando anotar bajo la canasta catalana. | C.B.E.C.

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El Pinta B Es Castell deberá esperar como mínimo dos semanas más para poder certificar al menos su permanencia matemática y sin tener que jugar la promoción en la Liga EBA después que ayer los hombres de Oriol Pagès cayeran en la prórroga ante un muy necesitado Monbus CB Igualada (77-73). Los menorquines no aprovecharon su ‘match ball’ para atar su primer gran reto y deberán intentar lograrlo en dos semanas en casa ante el potente Ibersol Tarragona– y luego en Navàs– si quieren evitarse problemas.

Ante un Igualada que se jugaba media vida, los de Pagès sufrieron en la primera parte, ante un rival que subió el nivel físico atrás y delante, reboteando en ataque y haciendo sufrir a un Pinta B que no estaba del todo acertado en el tiro. El Igualada se veía superior en el cuerpo a cuerpo y abría una ventaja que le daba alas, llegando al descanso inyectado con el 43-32.

Tocaba a los menorquines echar mano de casta y veteranía y poco a poco fueron mejorando sus prestaciones– con Torres y Bulfoni de estiletes–, hasta igualar a 63 e incluso tener una efímera bola de partido. Ya en el periodo extra, de nuevo Igualada se puso el mono de trabajo y sus cinco primeros ataques tuvieron recompensa, con un parcial que a pesar de intentarlo, Pinta B ya no pudo corregir.

El apunte

«Tenemos dos finales a mirar de superar»

Para Pagès, «nos costó mucho interpretar el partido de Igualada, físico y de contacto, que no supimos nivelar», lamentó el catalán. «Ello hizo que en la primera parte gozaran de muchas segundas opciones y nosotros dubitativos delante, poco acertados, lo que les supuso una ventaja que les dio confianza», analizaba Pagès. En la reanudación, «sobre todo atrás, mejoramos, pero yendo detrás en el marcador nos costó encontrar el acierto. Pero luchamos y apretamos al final, empatando. Y en prórroga quizás nos creímos que estaba hecho, bajamos en dureza y ellos anotaron sus cinco primeros ataques. Nos vamos con algo de rabia y tristes porque sin un gran partido tuvimos opciones. Nos quedan dos finales y toca ganar con Tarragona y Navàs y ya miraremos la tabla».