El base menorquín, Eloi Barrasa, indica una jugada. | Gemma Andreu

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El Pinta B Es Castell se mide este mediodía en su pista al Ibersol Tarragona, con motivo de la jornada 25 –y penúltima– del grupo C-2 de Liga EBA, con la mentalidad y ambición de conseguir una victoria que aproxime un poco más su continuidad en la categoría.

Restando dos partidos para que termine la temporada regular, y con la lucha por eludir el play out en plena ebullición –hasta cinco equipos enfrascados y con opciones de caer a la última plaza–, el equipo que dirige Oriol Pagès urge de sumar la que sería su undécima victoria de la temporada. De conseguirlo, su salvación con toda probabilidad no sería todavía totalmente matemática –la combinación para que ello ocurra esta semana es de lo más compleja, ante la opción de posibles triples o cuadruples empates–, pero sí engordaría sus posibilidades de modo sustancial.

Pero el objetivo no se presume sencillo, en tanto que el Tarragona, que ya mostró al equipo insular el poderío de su plantilla en el enfrentamiento de la primera vuelta (ganó entonces el conjunto catalán por 84-54) y se encuentra inmerso en la pugna por el tercer lugar de la clasificación, se significa como uno de los equipos más eficaces en condición de visitante.   

No en vano, el Tarragona no pierde un partido fuera de su cancha desde que en la jornada 7 cedió en su visita al Sese badalonés. A partir de ahí, ha hilvanado siete victorias consecutivas en sus salidas –solo su irregularidad como local le ha desplazado de ser un auténtico candidato al liderato–, racha en la que tratará de abundar hoy en la Isla.

Una contienda de objetivos opuestos por tanto, pero para ambos equipos el recorrido para dar con su respectiva meta es idéntico; la victoria.

El equipo menorquín, con la baja ya conocida del base Carlos Sintes, y que viene de perder aún jugando a buen nivel en cancha del Igualada –si bien mañana cumplirá dos semanas exactas sin competir, a causa del parón de la jornada anterior–, contará con un plus añadido, como será el respaldo de un pabellón, el Sergi Llull de Es Castell, que hoy abre sus puertas de par en par a la salvación (el club ha decretado entrada gratuita a todos los asistentes, con el objeto de que el equipo de Oriol Pagès cuente con la atmósfera más térmica posible en su favor).

Peligros

En cuanto a los riesgos del Tarragona, su fiabilidad como visitante la personifican al interior de origen africano, Ousmane Ndour (15 puntos, 9.5 rebotes, sus promedios), los ‘autóctonos’ Adrià Duch (11.4 tantos por cita) y    Marc Buscail (10 y 6), y el francés Alex Doche (8.4 y 5.2).