Gino Rovellada, en una imagen reciente, con el puerto de Maó al fondo

TW
1

Jordi ‘Gino’ Rovellada y el CB La Salle Maó emprenden, de la mano, un nuevo ciclo. El técnico mahonés, después de un intenso y productivo recorrido en el CB Es Castell retorna al club y al enclave que significan sus auténticos orígenes en materia de baloncesto; por su parte, el club que preside Antoni Carreras ‘Carre’, incorpora un rostro de plenas garantías para cubrir la sensible baja de Migue Fernández, quien ha decidido dar carpetazo a su etapa al frente de la cantera lasallista, que se ha prolongado a lo largo de los últimos quince años.

«Vuelvo a mis orígenes», resume Gino Rovellada, que como jugador desfiló por todas las categorías de La Salle, desde minibasket hasta senior, llegando a integrar el equipo que militó en la antigua Segunda Nacional, junto a los Félix de Pablo, Paco Llull, Tisi Reynés, Carlos Termis

«Desconocía cuál sería de mi destino una vez saliera de Es Castell, donde, por cierto, tanto Tomeu Vanrell como Martín Armendáriz hicieron que estuviera muy a gusto; de hecho, ha sido en Es Castell donde he recuperado la ilusión por el básquet», revela Gino Rovellada, que una vez recibió la llamada de La Salle, reconoce que «no pude decir que no».

«A La Salle no se le dice que no, he estado en muchos sitios, pero aquello es mi casa», abunda el mahonés, que tras convertirse en Es Castell en el único entrenador nacido en la Isla capaz de afianzar la permanencia de un proyecto local en Liga EBA, asume que esta nueva etapa implica un cambio de registro radical.

No en vano, Gino pasa de dirigir una plantilla semiprofesional con un claro horizonte resultadista, a gestionar una cantera (desde infantil hasta junior) cuya finalidad reside en la formación (recordar que la lasallista es la factoría menorquina que mayor cantidad de producto ACB ha forjado), labor que compaginará con el banquillo del conjunto junior (parte del cual ha ganado el reciente Balear de la categoría y acudió al Campeonato de España).

Pero lo principal, lo fundamental, «es potenciar la estructura de base», indica Gino. «Los equipos junior seguirán siendo, por el momento, la referencia del club», precisa en ese sentido.

A medio plazo, La Salle no descarta la posibilidad de reimplantar en competición a su equipo senior, durante decenios, bandera de la entidad y del básquet insular, «pero nos gustaría que fuera con gente formada en el club», subraya su nuevo director deportivo. Y profundiza al respecto. «La clave está en que el proyecto sea sostenible, no queremos un equipo senior que dependa de las cuotas de los canteranos», y otro de los pasos a trazar «es tratar de recuperar cantera, aumentar la cifra de niños», lo que puede depender también de las posibilidades que tenga el club colegial de concertar convenios o acuerdos con otros colegios de Maó o alrededores.

«Intentar formar una cantera de primer nivel, haciendo cosas diferentes, y que así la gente quiera venir a La Salle», es otro de los objetivos de que se plantea Gino Rovellada que, por último, y cuando apenas recién aterriza en el que fue su antiguo hogar deportivo, se muestra «agradecido» para con Migue Fernández, el hombre al que reemplaza en La Salle, «por toda su colaboración», así como con toda la junta directiva lasallista y su presidente, Antoni Carreras ‘Carre’, «al que mando un abrazo y esperamos con ansia en el club», concluye Gino Rovellada, el nuevo ‘jefe’ de la cantera lasallista.

El apunte

«Queremos formar una cantera de primer nivel, haciendo cosas diferentes»

Uno de las primeras acciones que ha previsto Gino Rovellada como nuevo responsable de la factoría de La Salle, para finales de verano en principio, es organizar «una jornada de puertas abiertas», con el propósito de mostrar el ‘producto’ y tratar de captar niños con deseo de jugar a baloncesto, aún sin estar matriculados en el centro lasallista.

Asimismo, Rovellada deja claro que su proyecto no se centra en exclusiva en lo deportivo. «Queremos que los niños, además de formarse en la pista como jugadores, sean responsables con sus estudios y ayudar a formarles también como personas», concluye.