Álex Tamayo, bajo la atenta mirada del bético, Adrià Domènech, en el último encuentro del Hestia Menorca, en la pista del Real Betis.

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Dicen que a la tercera va la vencida y en estas están pensando en el vestuario y entorno de un necesitado Hestia Menorca, que este mediodía afronta ante el Lucentum HLA Alicante una Jornada 11 de la LEB Oro que, si bien apenas supone un tercio del campeonato regular, sí que está marcado en rojo en el Pavelló Menorca. Y es que con este complicado encuentro ante los alicantinos, el conjunto que dirige Javier Zamora cierra su maratón de tres encuentros en apenas una semana, partido con la obligatoriedad de vencer pero sobre todo de recobrar sensaciones y volver a exhibir su carácter competitivo, tras la pobre imagen mostrada en la pista del Real Betis.

Después de una semana convulsa en la pista– con las dos derrotas seguidas en Sevilla (88-57) y en Bintalfa con el Longevida San Pablo Burgos (82-90) y que suponen cinco tropiezos ya consecutivos–, el Hestia se conjura para recuperar su mejor versión en ataque y seguir mostrando los dientes atrás. Sin embargo, como ya avanzó este diario en su edición del viernes, deberá mostrarse mucho más incisivo en ataque, sin el concurso de su estrella atacante, Clevin Hannah, en USA con permiso del club por un tema familiar y que, en principio, regresa mañana. Sin Hannah, las miradas para tener más amenaza ofensiva desde el perímetro y también en el 1x1 pueden pasar desde hoy mismo por el galo Tom Digbeu, apunto para debutar cuando Zamora lo crea oportuno y visto como un más que posible respiro en su déficit en ataque. Además, si bien anda falto de competición, el técnico madrileño podría optar por Eric Demers, con el OK médico. Será sobre la bocina cuando Zamora y su cuerpo técnico decidan a su ‘doce’ de gala.

‘Róster’ a parte, saben en el Hestia que hoy toca, sobre todo, mejorar sus aportes ofensivos y subir sus porcentajes ante un equipo que le gusta correr y jugar en transición. Y mandar en los dos lados en la pintura, contra un equipo que precisamente no tiene a excelentes reboteadores, con Serilme Barro de referente, con 5’5 de media. Un HLA Alicante que llega algo ‘tocado’ mentalmente, tras caer en casa ante el Força Lleida, víctima de su propia ansiedad cuando a su máximo anotador, Brad Davison, lo tuvieron fuera de combate. Lucentum acusó los malos porcentajes del norteamericano y nunca encontró soluciones en un encuentro para olvidar en el pabellón de Alicante.

Choque con las espadas en alto

Bintalfa recibe hoy a un HLA Alicante que ha aterrizado en Menorca dispuesto a retomar su racha positiva después de cinco victorias que se vieron truncadas en la jornada intersemanal en el Pedro Ferrándiz, ante el Lleida. Un duelo en el que los menorquines, por su parte, pretenden cortar ese -5 después de haber caído en la última plaza ante el Real Betis. Enfrente, un Lucentum dirigido por Antonio Pérez, procedente de ACB, donde ha sido entrenador ayudante de Joan Plaza y Luis Casimiro en el mismo Betis. Un técnico elegido por el ciutadellenc Lluís Arbalejo– antes de marcharse al Valencia Basket– para sustituir a Rafa Monclova.

Un Alicante cuyas estrellas son de perímetro, el escolta islandés Jon Gudmundsson– con 14 puntos, cinco asistencias y casi cinco faltas recibidas de media–, y el estadounidense Brad Davison, otro ‘dos’, cuarto máximo anotador de LEB Oro (16’4p), séptimo en valoración (17) y jugador que más faltas recibe de la liga, con seis por partido. Junto a ellos, de los que más minutos juegan en la categoría, destacable el interior Serilme Barro, que se destapó ante Lleida con 16 puntos y 12 rebotes, dentro de un equipo cuyo rebote no es su punto más fuerte.
En definitiva, una nueva oportunidad para alegrar a su parroquia el Hestia Menorca, ante otra final y en la que sí, pese a ser nuevos en la categoría y estar en diciembre, toca empezar a remar.