Omar Lo trata de anotar bajo el aro tras superar a tres rivales, con Diego Alderete atento a la acción y a un posible rebote | Josep Bagur Gomila

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El Hestia Menorca despide 2023, el año más exuberante en su joven historia, en el que ha estrenado su estatus de exponente de LEB Oro, con la disputa de la jornada 15 de competición, en la tarde-noche de este sábado, en que recibe en el Pavelló al Cáceres Patrimonio de la Humanidad (19.30 horas), el equipo que reside justo por encima suyo en la clasificación (ambos ocupan zona de descenso), lo que por tanto motiva un duelo directo entre dos proyectos destinados, a priori, a batallar por tratar eludir la pérdida de categoría.

Dos plazas, que no clubes, con pasado ACB, cuyo horizonte más inmediato se aleja, obviamente, de aquel tiempo de brillo en la primera liga, y a los que sobreviene este broche a 2023 en un momento similar. Puesto que si bien el Cáceres viene de ganar al Real Betis en la que fue su penúltima función del año, ha entregado derrota en los seis partidos anteriores, un lapso de 1-6 a partir del que además explica su comprometida situación en la clasificación (antepenúltimo, 4-10).

El Menorca, penúltimo (3-11), se encuentra en un lapso abierto de dos tropiezos consecutivos, el más reciente, el ocurrido en Torrelavega en el preámbulo de la Navidad contra el Grupo Alega Cantabria, donde sufrió especialmente en la primera mitad, en la que el cuadro montañés impuso total sentencia a la contienda.

Mejorar prestaciones en relación a la cita cántabra, fundamentalmente en lo que atañe a la regularidad a lo largo de todo el partido, es uno de los preceptos del equipo de Javi Zamora de cara a un encuentro que, de ganar, incluso podría permitirle asomar el rostro por encima del corte del descenso, siempre a expensas de lo que suceda con ‘terceros’ equipos en esta última fecha liguera de 2023 o en el caso también, propiciar un colapso en la zona baja que siempre resultaría sinónimo de que sus constantes vitales, y por tanto sus posibilidades de pugnar por la salvación, se mantienen intactas. De lo contrario, una derrota, sin ser definitoria en absoluto (a estas alturas de curso, cuando el calendario se aproxima a su ecuador, ningún resultado lo es) sí empinaría, en un grado hasta ahora desconocido desde su incursión en la liga, el recorrido del equipo menorquín, cuya distancia en relación a la zona de salvación nunca ha sido de más de un partido.

Pero dejando de lado hipótesis, y ceñidos a lo estrictamente tangible, el Hestia Menorca, que hasta anoche mantenía la duda de Tom Digbeu (el alero francoespañol arrastraba unos problemas en la rodilla que abortaron su concurso en el último par de compromisos del cuadro insular) como única duda en su roster de cara a la jornada de este sábado, en principio juega con la ventaja que le concede actuar de local, en un partido en el que se espera el mejor ambiente en el Pavelló (el club ha decretado ‘Día de la Familia’ e invitado a todas las entidades deportivas de Ciutadella) y que asimismo abre una secuencia de dos duelos seguidos en la Isla (el día de Reyes, 6-E, el visitante será el Lleida), lo que por tanto advierte también una oportunidad de poder hilvanar un par de victorias consecutivas que le permitan seguir progresando hacia el objetivo de la salvación.

En el flanco inverso, el Cáceres, que ciertamente ha tomado oxígeno tras quebrar una racha de seis derrotas consecutivas justo antes de competir en Maó, no reside sin embargo en la franja clasificatoria que le agradaría (y llegará a la Isla tras una semana en la que ha tenido a varios jugadores con fiebre o síntomas gripales). De hecho, en la localidad extremeña quieren entender que el actual momento del equipo responde más a un bache pasajero (y quizá demasiado prolongado) que no a su auténtica realidad respecto a sus objetivos para el conjunto de la temporada.

En ese orden se significó un par de días antes de emprender el viaje a la Roqueta el director general del club cacereño, Alberto Blanco, en manifestaciones que recoge El Periódico de Extremadura. «Los partidos ante Menorca y Oviedo marcarán hacia dónde mirará el club para el resto de la liga», expresó al respecto el ejecutivo de una entidad que ya el pasado año demoró hasta la penúltima jornada el poder asegurar la continuidad en la categoría. Un rival por tanto de lo más directo para el Hestia Menorca, en su última cita de un año 2023 para el recuerdo.