Diego Alderete anota bajo hierro durante el partido que se ganó ante el Leyma Coruña, último entre semana que disputó el Hestia Menorca en la Isla. | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca, aprisa, prácticamente sin margen para recuperar fuerzas luego de su partido y derrota contra el HLA Alicante en la Costa Blanca en la velada del pasado viernes (67-61), reemprende esta noche la actividad y competición con motivo de su enfrentamiento con el Real Valladolid Baloncesto, correspondiente a la jornada 24 de la fase regular de LEB Oro.

El colectivo de Javi Zamora, que pese a perder en el ‘Pedro Ferrándiz’ alicantino es duodécimo y preserva su margen de dos partidos en relación al corte que delimita la zona de descenso, pues también vienen de perder los tres equipos que ocupan la misma (Castelló, Cáceres y Clavijo, este último precisamente ante el conjunto vallisoletano), en principio cuenta con todo su roster en perfecto estado –Golden Dike, fichado la semana previa, aterriza este martes en Maó, por lo que todavía no debutará– para tratar de detener la inercia de un rival que se presenta en la Isla después de encadenar cuatro victorias consecutivas, afianzado en la zona de playoff (octavo clasificado, 15-8, y con cinco partidos de margen sobre el noveno y el décimo) y en órbita del cuarto (y hasta del segundo) lugar.

'Factor Schmidt'

El conjunto que entrena el experimentado Paco García (segundo año en el banquillo del Pisuerga para este    técnico pucelano de largo recorrido, inclusive episodios ACB), además, cuenta en sus filas con uno de los exponentes más resolutivos de la presente temporada en la segunda liga nacional, el escolta norteamericano Devin Schimdt (cerca de 18 puntos, siendo tercero de la liga en ese apartado, y casi 13 créditos de valoración por partido, sus cifras más relevantes), quien tras ser tanteado hace ‘nada’ por Movistar Estudiantes, finalmente terminará la temporada en el cuadro blanquivioleta, con el firme propósito, según indicó hace un par de días, de «alcanzar la Final Four» por el ascenso a la ACB, categoría que por otra parte no sería novedosa en la ciudad pucelana, aunque sí para el inminente adversario del Menorca, cuyo proyecto, impulsado en 2015 para tomar el relevo del entonces recién desaparecido Fórum, nunca ha sobrevivido por encima de la segunda categoría estatal.

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Por tanto, de las cuentas que se mascullan en la capital castellana probablemente contemplan el partido en la Isla como una franca oportunidad de seguir amontonando victorias y de engordar su actual racha triunfal, que asimismo le mantenga entre los mejores de la liga.

Aunque en ningún caso, en las horas previas a viajar hasta Maó, desde el Real Valladolid han negado la dificultad implícita del partido. El mismo Paco García    pone en valor del Hestia Menorca «la experiencia y calidad» que atesora en todas sus posiciones, como también la fortaleza y solvencia que acredita en «su pista», donde han caído «Leyma Cotuña y Gipuzkoa», alude al respecto el entrenador vallisoletano.

Otra coyuntura a tener en consideración es que al Valladolid, en función de las palabras de su técnico, le alcanza el partido con problemas físicos de diversa índole. «Veo complicado que podamos contar con todos nuestros jugadores», aventuró García al respecto, sin desvelar nombres acerca de cuáles serán esas posibles ausencias o mermas, y que en suma, presume una partido «complicado», en tanto que la Isla es una plaza donde esta temporada han sucumbido «Leyma Coruña y hace poco, el Gipuzkoa», enumera el preparador castellano.

En relación a las claves para poder vulnerar el recinto insular, Paco García concluye sobre la importancia de sofocar la eficacia del «triángulo Hannah-Stevic-Arteaga», que no es sino el principal foco de producción ofensiva del Menorca, y de controlar «el ritmo del partido», tratando de «evitar» que sea un duelo «lento», de muchos estáticos y «largas posesiones», que es donde el cuadro de Javi Zamora fundamentalmente siente su hábitat.