El entrenador heleno, Giorgios Barztokas, durante un partido. | EFE

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Mencionar a Sergio Llull Melià (Maó, 1987) es sinónimo de temor en el baloncesto europeo. El superlativo base menorquín del Real Madrid impone un respeto y ascendencia entre sus rivales que probablemente ningún otro ejemplar iguala en todo el mapa continental.

El último rostro de relevancia en hacer alusión, en ese sentido, al jugador surgido de la cantera de La Salle Maó, ha sido el entrenador de Olympiacos, Giorgios Barztokas, a solo un día de volver a confrontar con Llull y el Madrid, en la segunda semifinal de la Final Four de Berlín, que se celebra en la noche de este viernes.

Precisamente, el técnico y el conjunto atenienses padecieron al jugador de Maó en su máxima expresión en la F4 de hace ahora un año, cuando un lanzamiento de Llull en el último segundo sentenció la Euroliga en favor del cuadro merengue.

En el marco de la rueda de prensa previa al partido entre madridistas y helenos, Barztokas ha desvelado que les dijo a sus jugadores «que no le dejasen a Llull hacer el último tiro», en referencia a la citada canasta sobre la bocina que le dio el título al Real Madrid el pasado año en Kaunas.

«Ya me lo había hecho cuando entrenaba en Barcelona. Esperemos que tengamos más suerte en la última vez», ha añadido al respecto el preparador de Olympiacos, que de inmediato aseguró que lo del año pasado «no es una motivación», sino lo de este, porque tendrán delante «una máquina de conseguir victorias como es el Real Madrid», ha precisado.

«Es la primera vez que este club, Olympiacos, llega a tres veces seguidas a la Final Four, y aunque en las dos últimas perdimos en el ultimo instante, estamos aquí de nuevo», valoró Barztokas sobre su equipo, cuyo «secreto», indica, es «que tenemos jugadores con empatía que respetan el escudo que llevan. Aunque perdimos jugadores importantes, el equipo sigue aquí. Tenemos personas que pueden transferir la mentalidad del club. Estoy muy contento de haberlo conseguido», concluyó.