Lacueva. El delantero mahonés llevó la alegría a Sant Martí con su espléndido lanzamiento de falta - Javier

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Tarde de debut liguero en Sant Martí y como era de esperar, un implacable sol veraniego convirtió el terreno de juego y sus aledaños en una caldera que se hizo insoportable para los protagonistas del encuentro inaugural.

Tarde también de debut en Tercera del rival ibicenco, el Atlético Isleño, que si no pudo finalmente llevarse algo positivo (1-0), si consiguió dejar una excelente impresión en Sant Martí. Los hombres de Pep Arabí mostraron ilusión, buena técnica y valentía en el juego, aunque se les pueda objetar que estuvieran algo romos en el ataque, pero es que ahí se encontraron con una defensa curtida en mil batallas como la del Mercadal, fortificada además con la presencia de Miguel Capó, que no dejo prácticamente resquicio alguno, solo dos jugadas en la primera parte que no lograron concretar.

Tampoco faltaron las ocasiones locales en los primeros 45 minutos. Marcos intentó sorprender a Prats en el 8 con un disparo lejano que cogió al meta adelantado y tuvo que esforzarse para desviar el balón a córner, en el 25 Sam remató de cabeza fuera una falta que le puso Camps y en el 34 la mejor aproximación local que finalizó con un tiro de Nene que el zaguero visitante Nicky despejó bajo el larguero. Y se llegó al descanso como una bendición para todos en busca de algo de sombra amiga, y con la convicción además de que quién había imaginado que el debutante ibicenco sería una perita en dulce se equivocó de medio a medio.

Los cambios en el Mercadal protagonizaron los comienzos del segundo tiempo. El agotamiento de unos y la apuesta por una mayor verticalidad motivaron la entrada de David Más, David Meliá y luego Adri, que efectivamente dieron mayor frescura y solidez a los locales. Después de una espectacular jugada individual del visitante Crispi, sin consecuencias, empezó a imponerse el Mercadal sobre un rival que mantenía su cuadro inicial y empezaba a dar síntomas de un lógico cansancio.

Así se llegó al minuto 68 con una falta contra el Isleño en la vertical de la meta de Prats, la lanzó Javi Lacueva y acertó con un magnífico disparo que se convirtió en el que sería el único gol del partido.

La solidez y experiencia de los de Yeray se multiplicó entonces y gozaron de las mejores oportunidades hasta el final. En el 71 un crecido Lacueva estuvo a punto de marcar de cabeza y en el 86 Capó remató con fuerza e intención pero Prats salvó con el pié un gol cantado. Los cambios en el Isleño llegaron tarde y tampoco pudo aprovecharse de la tardía e inoportuna expulsión de Héctor, por lo que se consumó el primer triunfo del conjunto de Yeray que mantiene intacto el talante seguro y competitivo que otorga la experiencia de tres temporadas en Tercera. Ayer, ante un excelente novato, los galones mandaron.