El Ferreries saldó su visita al actual colista Ferriolense con una victoria que tiene un par de lecturas. La primera y evidente, la de sumar tres puntos que, presumiblemente, harán falta en su momento para lograr el objetivo de la permanencia, dejando ya desde primeras de cambio a un presumible rival como el Ferriolense con tres derrotas seguidas.
La segunda e inmediata es la de constatar que el equipo, inexperto y todavía por compactar, se superó para acabar ganando (1-2).
Y es que la formación de Son Ferriol llevó la batuta durante los primeros cuarenta y cinco minutos, en los que incluso se adelantó muy pronto. En el minuto 8 el son ferrioler García marcó el 1-0 y los asistentes presumían que la cuenta de goles locales aumentaría. No fue así en parte por la falta de acierto local y en parte por varias intervenciones muy acertadas del portero blaugrana Mingo Martí.
Se llegó al descanso con la mínima ventaja local. Pero no duró mucho. Justo tres minutos, los que necesitó un afinadísimo Kaké para marcar el primero de sus dos goles.
En general, el equipo de Joaquín Andújar mejoró muchísimo en este segundo tiempo. Tuvieron mayor posesión de balón y, a su vez, presionaron más en el centro del campo a un rival que seguía negado en su ataque.
Todo ello fue aprovechado por el Ferreries en otra acción de Kaké en el minuto 72 para marcar el definitivo 1-2. Una victoria que le va a ir muy bien a un equipo que, vio como le expulsaban a otro jugador. Esta vez, Taltavull.
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