Goles. El público que acudió al municipal de Los Pinos pudo ver hasta cinco goles, pero lamentablemente su equipo perdió - Paco Sturla

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Un gol para empatar y poco más. El Alaior se vio ayer superado en todas las facetas por un Llosetense que en ningún momento vio peligrar la victoria (1-4), ni con el 1-1, ya que a los pocos segundos de recibir el tanto, era capaz de volver a adelantarse.

Los hombres de David Moreno ni gustaron ni se gustaron y los mallorquines, mucho mejor físicamente, impusieron su calidad y su pegada. Excesivo correctivo para los locales que, tras no jugar el pasado sábado, siguen con un punto.

El choque arrancó sin que ninguno de los dos equipos quisiera ni la posesión, ni las ocasiones, ni los tres puntos. Diez monótonos minutos fueron una antesala aburrida a 240 segundos, más o menos, de fútbol directo en el que se vieron tres goles.

En el 11, una jugada del Llosetense acabó en un disparo de López que rechazó al centro Melià para que Donato empujara a gol. Primera ocasión y disgusto para los albinegros que, sin Jordi en el centro de la zaga, presentaron ayer un equipo sensiblemente joven.

Pero los pupilos de David Moreno supieron como reaccionar al aprovechar Joel una indecisión defensiva mallorquina y superar a Mingo por bajo en un uno contra uno. Inyección de moral para los locales que supieron aplicar aquello de acción, reacción.

Pero la superioridad visitante empezó a hacerse patente en la siguiente escena, al 'pasearse' Javito por el área alaiorense, dejando a dos rivales atrás y cruzando a la perfección ante Melià. 1-2 y sólo habían pasado 15 minutos.

De los goles a la calma

Con el primer intercambio de golpes, el ritmo bajó considerablemente. El encuentro entró en una dinámica plana en la que no hubo ocasiones y el poco juego lo puso el Llosetense, muy incisivo por las bandas. Los locales buscaban con más insistencia que éxito a un Joel demasiado alejado y el Llosetense se cerró bien en defensa para controlar la situación.

Dos errores tuvieron los mallorquines antes del descanso. El primero fue a los 35 minutos cuando Joel cedió el esférico a Juli, en una contra, pero su disparo lo repelió bien Mingo a córner. Precisamente desde la esquina llegó la mejor ocasión para empatar de los locales. Centro de Juli y Enrich conecta un testarazo que choca violentamente contra el larguero y se va por alto. Mala suerte. Poco más hasta el descanso.

El prólogo de la segunda parte fue nefasto para los locales. Doble ocasión para Donato, que cruzó demasiado, y para César, que chutó a los pies de Melià, antes de que Salinas, en un lanzamiento de falta lateral que se envenenó y se coló sin que nadie la tocara (1-3).

Juli intentó recortar distancias con una falta en la frontal del área que superó la barrera con sutileza pero que no fue hacia portería. Pero todavía restó tiempo para que Biel, que acababa de entrar, firmara una vaselina desde la frontal de antología (1-4) que supuso un castigo excesivo.