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El Sporting Mahonés volvió al trabajo ayer por la tarde para empezar a preparar el próximo compromiso de liga, este domingo a mediodía ante el Llagostera. A las 16 estaba citada lo que queda de plantilla... hasta el momento. Pero el aire frío y los negrísimos nubarrones que surcaban el cielo de Bintaufa no hacían más que ilustrar el momento que vive el club.

Explicado con hartazgo como si fuera una novela por entregas, se van sumando los meses, sin solución en lo concerniente al pago de nóminas y proveedores, y, lógicamente, sin poder fichar por las denuncias a la AFE. Parece que tan solo quedan los resistentes... o los que no tienen otro remedio.

Y los resistentes ayer eran José Ángel Moyano, Biel Medina, Nacho del Moral, Berto Vaquero, Lluís Micaló, Sergio Martínez, Ignasi Dalmedo, Joan Barber e Iray Barreto. Con ellos, el técnico Mati Borsot y, posteriormente, Toni Corbella.

Faltaban los que ya han encontrado un acomodo en otro club o están en fase de tenerlo, y los que tuvieron algún problema: Jeroni, porque ya se ha perdido la temporada tras su operación, el fisio Marc Badia, Genís Soldevila, Lamin Kassana, el segundo Gerard Garcés, Adrien Goñi, todos con cuestiones de enlaces aéreos con Menorca.

La sesión estaba programada para las cuatro de la tarde, pero el entreno no empezó hasta casi las cinco. Previamente hubo una reunión. Otra, pensará más de uno. Mati Borsot se encerró durante cerca de 25 minutos con los capitanes Moyano y Biel Medina. La razón puede sonar a protocolaria y no deja de ser lógica: tras el parón por las fiestas de Navidad, hay una comunicación previa y normal.

Pero esto es el Sporting Mahonés y las cosas están como están. No es de extrañar que Borsot buscara reafirmarse en lo que tiene ahora y en lo que va a tener a corto plazo. Porque sabe lo que tiene ahora es lo expuesto más el equipo juvenil.

Eso a día de hoy, porque puede variar ahora mismo en cualquier momento. A la lista de los que se han ido (Eloy, Oliver, Raül Capó, Ton Alcover, Arkaitz Ruiz, David Sánchez y Dani Camacho, más el técnico Lluís Elcacho) se les suma definitivamente Carlos Barreda.

El jugador oscense afirmó rotundamente a "Es Diari" que no vuelve y reconoció contactos con el Lleida, club en el que podría recalar junto con el jugador de Balaguer Genís Soldevila, al que sí se le espera en la isla. "Es una posibilidad firme, pero si no se hace, tengo otras opciones de equipos de Tercera de mi zona. Y en el último extremo, me quedo en el Binéfar", el equipo de su localidad, "con el que ya estoy entrenando", indicó.