Mal en defensa. El Ferreries acusó los fallos en la zaga que le costó irse al descanso con clara desventaja - Guillermo Ortego

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El Ferreries volvió ayer de vacío de Son Ferrer donde los locales se llevaron una victoria que buscaron con más ahínco que los azulgranas, que siguen en la zona baja de la tabla pero que a partir de la semana que viene ya contarán con el jugador llamado a sustituir a Kaké, Barriles, que llega el martes a la Isla. Al descanso la desventaja era ya de dos tantos para los de Joaquín Andújar y tan sólo una acción aislada, en la reanudación, les permitió meterse en el partido. Pero fue un espejismo, porque los calvianers rápidamente anotaron el tercero y acabaron con las esperanzas de los azulgranas de sacar un resultado positivo.
El encuentro arrancó con los de casa más metidos e imprimiendo un ritmo alto, lo que unido a un error garrafal de Pulido en defensa posibilitó el 1-0. El zaguero se resbaló siendo el último defensor y dejó el balón en franquicia a López para que batiera por bajo a Moll desde la frontal. Los menorquines intentaron reaccionar y Caballo avisó con un disparo a la media vuelta que se marchó junto al poste derecho. Pero la presión del Son Ferrer en el centro del campo y la velocidad de sus jugadores de ataque tuvo sus frutos con la consecución de un segundo gol. Tras el saque de una falta lateral, nueva muestra de indolencia de la defensa del Ferreries, el balón le cayó a Fran y desde dentro del área batió con un disparo cruzado a Moll.

La mayor ambición de los de Toni Sánchez les permitió marcharse al descanso con el partido controlado y sólo un tanto espectacular de Iván Contreras, a la media vuelta, desde fuera del área, dio falsas esperanzas a los de Sant Bartomeu tras la reanudación. El Son Ferrer puso en práctica su mejor arma, el contraataque, y una rápida jugada de Menut por la banda izquierda la culminó Ivo en el definitivo 3-1. Quedaba algo menos de media hora pero el partido languideció poco a poco sin que el Ferreries hiciera nada por remediarlo. Al final, derrota en el primer partido sin Kaké, una ausencia significativa para un Ferreries que además sufrió la lesión de Moll, que se retiró con un golpe en la espalda.