Celebración. El Menorca espera que esta imagen se repita este mediodía al final del encuentro - Archivo

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Hoy es el gran día del CD Menorca. Tiene que serlo. En su mano está la posibilidad de conseguir la permanencia matemática en la exigente División de Honor juvenil siempre que sume, al menos un punto ante el Badalona. Un empate, por tanto, le vale para garantizar la continuidad en la primera categoría del fútbol juvenil nacional, aunque incluso una derrota también le serviría en el caso de que el Gavà no ganase este mediodía al Cornellà.

La derrota más que prevista de ayer tarde sufrida por el Stadium Casablanca ante el campeón FC Barcelona (5-0) deja al Gavà como único rival de los mahoneses. Para que éstos perdieran la categoría tendrían que sucumbir hoy y el próximo domingo ante el Manlleu, y que el Gavà ganara sus dos partidos, hoy ante el Cornellà y el próximo domingo en el campo del Badalona.
Todo está, por tanto, en la mano de los discípulos de Lluís Vidal para poder celebrar la permanencia en la despedida de este mediodía frente a su afición.

El Menorca sabe que peleará para no perder esta ocasión ideal y brindar a sus seguidores una victoria como despedida hasta el próximo año, antes de cerrar el curso la próxima semana en el campo del Manlleu.

El club menorquinista ha previsto una barbacoa tras el partido si finalmente se dan los resultados que le mantengan en la categoría y certifiquen la que habrá sido una buena campaña pese a sus altibajos porque meritorio será, desde cualquier punto de vista, que el juvenil azulgrana haya logrado la salvación una jornada antes del final del campeonato. Después de una Liga irregular, el cuadro azulgrana consiguió rehacerse tras el socavón en el que entró en el tramo final de la primera vuelta, y encadenar tres buenos resultados que le han conducido a esta posición de privilegio que tuvo su génesis en el primer mes y medio de competición donde sumó los puntos que le han permitido estar fuera de la zona de descenso durante la práctica totalidad de la competición.

El conjunto azulgrana se topará ante el desdichado Badalona. El conjunto catalán aspiraba a luchar por estar mucho más alto de lo que se encuentra realmente.

Lejos de poder pelear por una de las dos plazas que da acceso a la Copa del Rey, y mucho más lejos del intratable Barcelona, la cantera badalonina ha firmado un año correcto en el que ha formado a nuevos jugadores para nutrir los equipos de las categorías superiores catalanas. A dos partidos del final ocupa la sexta plaza pero si vence en Maó todavía podría pugnar incluso por la tercera si perdieran todos sus rivales.

Lluís Vidal ha convocado a todos sus jugadores para el último partido en Maó, a excepción del sancionado Sabater, que no podrá a volver a jugar en lo que resta de campeonato -hoy domingo el próximo en el campo del Manlleu-, y al lesionado Rubén Ametller, cuya recuperación y el hecho de que el Menorca ya no se juegue nada serio propiciará que no fuerce para jugar.

Vidal no se fía del Badalona y del orgullo que mostrarán los chavales catalanes por sumar victorias. El vestuario azulgrana está concienciado de que debe ganar para que la posterior fiesta por la permanencia tenga un sabor más dulce mientras se empieza a pensar en el segundo proyecto en División de Honor.