Defiende título. La plantilla del Menorca, apiñada sobre el césped de Los Pinos, instantes antes de la tanda de penaltis que definió en su favor la final un año atrás; el grupo mahonés, ahora con Biel Llabrés al frente, tratará de mantener su supremacía en el considerado 'partido del año' - Archivo

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Menorca y Ferreries se encuentran de nuevo en la final de la Copa Regional. Como aconteció hace un año. Ambos conjuntos han superado en el reciente fin de semana una dura criba a modo de semifinal, ronda a la que accedieron en calidad de campeones de grupo en la fase inicial.

El equipo de Biel Llabrés abatió al Sant Lluís por un mínimo 2-1 (contabilizando los dos partidos), mientras que el de Pere Vadell acumuló una ingente dosis de sufrimiento para eliminar, que no vencer, a la Unión Deportiva en la lotería de los penaltis después de sendos empates a uno.

Será esta la primera oportunidad en la historia de la competición, en su actual formato, auspiciado en 1992, en que se repite final de modo consecutivo.

En el antecedente de Los Pinos el Menorca salió campeón doce meses atrás por penaltis, recuperando así su vínculo con el éxito, fragmentado desde 1997. Para el Ferreries aquel tropiezo implicó quebrar un inmaculado lapso de nueve finales disputadas y vencidas.

Meses después ambos conjuntos protagonizaron también un emotivo 'rush' en el epílogo de la liga '2013, que definitivamente se decantó para el Migjorn. En cualquier caso, en unos días, Menorca y Ferre, ambos cercanos a cumplir el siglo de existencia, ofrecen lo que sobresale como un nuevo capítulo en su particular juego de tronos con la Copa en disputa.

Considerado el partido más emotivo y espectacular del año, a esta final llega el Menorca luego de gobernar con cierta autoridad el grupo A en la primera fase de competición (cinco triunfos, dos empates y una derrota) y dejar atrás a un combativo Sant Lluís en la semifinal, liquidada el pasado sábado con un mínimo triunfo en el Estadio Mahonés (1-1 y 1-0).

Los problemas físicos de hombres como Clavijo o Jony preocupan en el seno del equipo azulgrana mahonés, cuyas dificultades han sido una constante en ese sentido en las primeras semanas de temporada.

Cinco días son los que dispone Biel Llabrés para recuperar efectivos y abordar la defensa del título obtenido con Juan Romero en el banquillo -el ahora entrenador menorquinista celebró triunfo en 2006/07, curiosamente dirigiendo al 'Ferre' y con el Estadio Mahonés ejerciendo de escenario de la final, en la que superó al Villacarlos... de Pere Vadell.

Por su parte, el Ferreries, absoluto rey de la competición en su etapa más contemporánea (será su novena final en las últimas trece campañas, de las que en tres militó en Tercera División) y con un técnico de especial querencia por esta competición, Pere Vadell (séptima final en diez años con cuatro equipos distintos), dejó atrás un primer lugar en el grupo B (seis victorias y dos derrotas) y una durísima 'semi' contra una notable Unión Deportiva (que solventó desde los once metros y superando algún 'matchball' en contra) para apostarse en el punto deseado y ser partícipe en el 'partido del año'.

La final asimismo reune a dos equipos que gustan del juego ofensivo, quizá junto al Atlètic Ciutadella los que más dentro del actual circuito insular. Y con el añadido de la revancha deportiva en juego. En cinco días, el partido del año. Juego de tronos.