El uruguayo, este domingo más relajado que nunca en s’Illa d'en Colom. | G.P.

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El flamante fichaje del FC Barcelona para estas próximas temporadas, el internacional uruguayo Luis Suárez, ha escogido Menorca para pasar sus vacaciones y desconectar de todo el embrollo en el que se encuentra metido desde que protagonizara una de las imágenes del pasado Mundial de fútbol de Brasil: el ya histórico mordisco a Giorgio Chiellini en el hombro. El mediodía de este domingo, «Es Diari» pudo saber primero, y 'pillar' después, al nuevo delantero azulgrana, descansando en pleno relax y lejos de las cámaras y de los autógrafos, en s'Illa d'en Colom. Suárez, al que se le podía ver muy relajado en esta cala– en plena lectura–, anteriormente estuvo amarrado en el muelle de Es Grau, paseando a bordo de un llaüt modelo Open de diez metros de eslora. Aprovechando al magnífico día que reinó en la Isla, con elevadas temperaturas y una leve brisa del sur.

Y estas vacaciones menorquinas se las ha cogido el jugador del FC Barcelona Luis Suárez tras haber estado declarando este pasado viernes ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), donde el jugador acudió con la intención de reducir la sanción que le impuso la FIFA por morder a Chiellini en el pasado Mundial de Brasil. Ahora, tanto el jugador como el Barça, están a la espera de ver si le conceden, al menos, la suspensión cautelar de la sanción, hasta que se resuelva su caso. De concedérsela, esto permitiría que fuera presentado como jugador del Barça y comenzar a entrenar con sus compañeros. Mientras tanto, el azulgrana reposa en la Isla.

Obligado a estar cerca
Durante todo este tiempo desde que fuera sancionado Suárez, la casa de sus suegros en Castelldefels se ha convertido en un peregrinaje de aficionados deseosos de tener un autógrafo o una foto de su ídolo. Cada día, una quincena de personas, la mayoría jóvenes, aguardan sus movimientos. Pero el jugador ha dejado la localidad costera catalana para marcharse unos días de vacaciones, a Menorca como se pudo ver ayer en s'Illa d'en Colom y Es Grau, a la espera de que el TAS diga públicamente si acepta o no las alegaciones presentadas y le recorta la sanción.