El Sami jugó sus bazas con acierto. En la imagen, Óscar intenta cabecear ante la oposición de un jugador ciutadellenc. Abajo los dos técnicos, Pere Vadell y Tóbal Tudurí que dirigieron a sus jugadores con el carácter habitual y ambos fueron amonestados por el árbitro | Gemma Andreu

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El Sami acabó con el reinado absoluto del Ferreries al dejarle fuera de su competición talismán, la Copa, que ha ganado en diez ocasiones. La undécima tendrá que esperar porque ayer el cuadro de Tóbal Tudurí dio el mazazo en Sant Bartomeu y confirmó así su candidatura a todo.

El equipo ciutadellenc supo esperar su momento y no se vino abajo tras encajar el 1-0 que igualaba la eliminatoria en el último minuto del primer acto.

En la primera parte el juego fue muy disputado sin que ninguno de los dos rivales consiguiera imponerse al otro. Quizás el Ferreries, obligado a marcar apretaba un tanto más en la medular pero durante la primera media hora no hubo aproximaciones realmente peligrosas.

En el último cuarto ¡el juego se animó. Kevin, en posible fuera de juego, sirvió a Nil y este, solo, remató a las nubes. Y el Ferreries, en el minuto 45, con un centro por la banda de Fabri, se ponía por delante en el marcador tras un remate de cabeza de Elliot que ya había tenido otra oportunidad anteriormente, abortada por Aram. El gol empataba la eliminatoria al descanso.

En la reanudación el Ferreries parecía que iba a empujar a base de carácter pero el Sami ofreció una imagen de seriedad total. Cuando se esperaba el empuje local llegó el jarro de agua fría. Adri conectaba un buen disparo que despejaba Josep pero Nil, atento, em pujaba a la red el empate.

El Ferreries quedó noqueado tras este gol y el Sami controlaba ante la falta de ideas del equipo azulgrana.

En el minuto 81 Timu derribaba a Nico dentro del área en un penalti indiscutible que transformaba Adri.

El Ferre se fue arriba a la desesperaba. Pudo empatar Pedro García, solo en el segundo palo, pero fue Elliot, quien en jugada personal lograba el 2-2 ya estéril porque el cuadro local necesitaba dos goles más para impedir su eliminación.

En suma, decepción en Sant Bartomeu, y alegría en el Sami.