Juli García, antes de ses sustituido en el partido del domingo ante el Alaior.

| Gemma Andreu

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Andreu Vidal, delegado de campo en el partido Alaior-Sporting de Mahón, disputado el pasado domingo en Los Pinos, precisó ayer a este diario que no ha interpuesto denuncia contra el jugador mahonés, Juli García Díez, quien le propinó un puñetazo causándole la rotura de las gafas y una contusión a la que no quiere otorgar mayor importancia. Vidal niega de forma tajante que insultara al jugador antes de recibir la agresión.

El delegado comunicó, tanto a su directiva como a los dirigentes del Sporting de Mahón presentes en el campo, que no denunciaría al futbolista siempre que su club o el propio jugador se hagan cargo del importe de unas gafas nuevas, que pueden superar los 800 euros, dada las características de la montura y graduación de los cristales.

«Tengo palabra y no denunciaré al jugador si me pagan la factura porque en la óptica ya me han dicho que no se pueden reparar». Biel Allés, delegado del Sporting en el partido confirmó ayer a este diario que esa fue la petición del delegado alaiorense «y le dijimos que intentaríamos hacernos cargo, pero en todo caso, debemos tratarlo en junta, ver la responsabilidad de los hechos y también el papel del jugador», explicó Biel Allés.

Andreu Vidal relata su versión asegurando que «cuando se retiraba a vestuarios el jugador mahonés dio varias patadas a una de las puertas y yo le pregunté qué estaba haciendo, entonces el me insultó, yo me dirigí hacia él y fue cuando me dio el puñetazo, pero si llego a saber que me iba a pegar no me habría acercado». Dice Vidal que «puedo jurar que no le insulté en ningún momento, El jugador estaba muy alterado y reaccionó así».

La versión del Sporting, en cambio, difiere de la del delegado indicando que sí medió insulto porque de otro modo no se entiende que el jugador, temperamental por naturaleza -Elías Noval decidió sustituirle antes de la media hora porque ya había visto una tarjeta amarilla-, reaccionara agrediéndole.

«Yo no quiero magnificar nada, estas cosas suceden en el fútbol aunque son desagradables, me dio un puñetazo, me rompió las gafas pero no me hizo daño», dice Vidal.

La policía municipal prestó declaración tanto al jugador como al delegado tras lo sucedido. Posteriormente Andreu Vidal se marchó a su domicilio y regresó más tarde al partido.

El presidente del Sporting de Mahón, Fernando Osuna, que no estaba presente en el encuentro por hallarse de viaje escuchó ayer la versión de sus directivos sobre lo sucedido. La junta estudiará la petición del delegado alaiorense y tomará una decisión.