El menorquín guarda muy buenos recuerdos de sus amigos en la época de la Unión

TW
1

Juan Manuel Ruíz Pérez vive el sueño del futbolista. No porque cobre millones y juegue en una de las principales ligas del planeta sino porque vive profesionalmente de ello y es un referente en su club, el Fgura United de Malta. Y no solamente en su equipo, sino en la First División ya que el menorquín que nació en Maó en 1987 y donde vivió hasta el 2003, formándose en la UD Mahón, ha sido elegido entre los cinco mejores jugadores del campeonato por los técnicos y capitanes de la competición. «Es un honor muy grande, hace que valore todavía mucho más lo que hago y que los demás también lo aprecien», cuenta desde la distancia.

Tras su paso por la cantera unionista militó en varios clubes de Granada como el Guadix, antes de jugar en el filial del Granada, hace tres temporadas. Ahora acaba de finalizar su segundo curso en Malta, el primero en las filas del Fugua donde ha jugado todos los minutos de todos los partidos -26-, ha conseguido dos goles y, a pesar de ser central o pivote defensivo, solamente ha visto tres tarjetas amarillas. «Hemos batido el récord de partidos seguidos sumando, 15, y hasta la penúltima jornada tuvimos opciones de clasificarnos para la fase de ascenso a la Premier, la máxima categoría», explica Juanma.

El menorquín guarda muy buenos recuerdos de sus amigos en la época de la Unión, así como de los técnicos Tavio Orfila y Paco Carretero, los primeros entrenadores que tuvo, y José Luis Bahamonde, actual preparador del Atlético Villacarlos, con el que ganó la Liga en juveniles. De esa época, además, guarda con especial cariño el gesto que tuvo la directiva gualdiazul de permitirle jugar con el juvenil y con el regional, a pesar de ser cadete. «Fue un momento muy bonito para mí, siempre me acompañará este recuerdo», asegura.

Su desembarco en Malta se produjo a raíz de un técnico español que le conocía y le ofreció la posibilidad de jugar en el Xaghra United compaginándolo con un trabajo. Su buen hacer le sirvió para que le abrieran las puertas del Fugua, donde se ha convertido en el pilar básico para el técnico.

«La percepción que tenía del fútbol maltés era distorsionada porque estaba jugando en la otra isla donde el nivel es inferior, aquí es un poco más profesional y hay mayor nivel, además es un escaparate mejor y ayuda a poder evolucionar en tu trayectoria futbolística más rápidamente», explica el central que ya cuenta con una oferta de su equipo para que continúe la próxima campaña, así como otras dos propuestas de conjuntos de la misma categoría. «Es pronto para decidirse, me gustaría valorar las propuestas y otras posibilidades porque la nominación me puede abrir algunas puertas», confía. Entre ellas, de la Premier, donde un equipo parece haber contactado con el técnico de Juanma que estaría dispuesto a llevárselo con él, aunque todo, de momento, está en el aire.


Profesional que trabaja

«Tal y como están las cosas no puedo desaprovechar la oportunidad de doblar el sueldo», explica el jugador ya que cuenta con un contrato profesional con el Fugua pero tiene además otro trabajo en un almacén de alimentos. «Además me siento mejor físicamente que si no hago nada».

Juanma es feliz. A pesar de que no está en ninguna de sus dos tierras, ni Menorca ni Granada, está viviendo una aventura especial, limitada a un puñado de privilegiados. Un libro que va escribiendo a cada zancada, a pesar de que los primeros capítulos se narraron en San Carlos, en la Unión. En Menorca.