Luis se estrenó con el Mercadal logrando el gol del triunfo. Franco fue una pesadilla para la zaga del Poblense y Lacueva acabó roto | David Arquimbau

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El nuevo Mercadal va tomando cuerpo, forma, y a ello ayuda también ganar un encuentro como el de ayer, derrotando a los adversarios que surgieron a lo largo de un mediodía de bochorno; un Poblense de calidad y un arbitraje calamitoso. El trencilla, técnicamente horroroso, desquició a los rojiblancos con sus arbitrarias decisiones culminando su 'faena' con la expulsión de Jeroni con la cita concluida. Carballal, no Vales.

En el plano positivo, la escuadra de Lluís Vidal jugó sus bazas para lograr un triunfo tanto de categoría como importante para no verse algo relegado en la tabla. El debut positivo de Luis Lozano en el lateral zurdo y la lesión muscular de Lacueva, fueron las otras dos notas que dejó un choque igualado y que caminó por otro escenario tras el gol. El Mercadal le dio terreno y balón al Poblense para buscar la contra con la velocidad de Franco y se parapetó en una buena defensa que mejoró con los achuchones del once azulgrana que acabó jugado con cuatro arriba. Al final, el primer triunfo casero cayó en el zurrón y con la meta de Jesús inmaculada.

El partido mostró a dos bloques calcados, con una solitaria referencia arriba y las defensas adelantadas jugándose en unas reducidas dimensiones de terreno. Vidal tuvo que echar mano del banco tras sufrir Izan un golpe que lo dejó mareado y sin poder continuar (6'). En el inicio, el Mercadal salió con bríos, estuvo seguro con el cuero en los pies y buscó la movilidad de Franco en punta para dinamitar la zaga de un Poblense sobrio atrás que aparecía en ataque cuando Sergi Rojals tenía el esférico.

Con la batalla en la medular, las apariciones ofensivas fueron esporádicas. Una pared de Javi con Sergi habilitó al primero que remató abajo sacando Jesús (18'). La réplica local llegó con un tiro arriba de Franco tras robo de Víctor. El choque caminó sin dominador, el trabajo destructor se impuso y solo a poco para el descanso, Sergi recibió un pase interior pero remató flojo a las manos de Jesús. El Mercadal, apenas inquietó a Molondro.

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