El Atlètic Ciutadella celebró en 1982 su primer ascenso a la elite juvenil. | Redacción Menorca

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La historia sitúa al Atlético Villacarlos que en breves horas disfrutará de su estreno en División de Honor Juvenil como el quinto club menorquín que alcanza el máximo nivel sub 19 nacional, y el séptimo proyecto, en tanto que Atlètic Ciutadella y CD Menorca reiteraron en la experiencia en un par de oportunidades –y curiosamente, son los dos conjuntos que abrieron y cerraron, hasta ahora, el recorrido insular entre las mejores canteras de España.
Un nexo en común, motivado principalmente por la singularidad y limitaciones de la Isla, surge en los precedentes que ha protagonizado nuestro fútbol en la primera división juvenil, independientemente a la denominación de la competición, y es el que ninguno ha podido prolongar su presencia de forma ininterrumpida más allá de un trienio, lo que se dio únicamente en una ocasión, puesto que uno o dos años ha sido el límite acostumbrado. En el futuro se verá si el Villacarlos es capaz de quebrar y superar lo realizado por los paradigmas que revisamos a continuación.

Atlétic Ciutadella
Dos ciclos para un total de cinco años es el bagaje del club bermellón en la cúspide del fútbol español juvenil, que asimismo resulta el primer caso menorquín dentro del mismo. El Atlètic se estrenó en la entonces llamada Primera División en el curso 1982/83. Terminó séptimo en la campaña 83/84 –siendo esa la mejor clasificación nunca conseguida por un proyecto local– y descendió al finalizar el ejercicio 84/85 (Pedro Carretero subió el equipo; Pedro Galdona y Paco Serrano ocuparon la dirección durante ese trienio; Diego, Medina, Franz Barro, Tóbal Tudurí o Nando Teixidor, fueron algunos de sus futbolistas).
El segundo ciclo lo delineó el club de Ciutadella entre 1987 y 1989. Jandro Vaquero, Santi Quevedo, Morales, Salva o Martín Sintes –ahora entrenador de porteros en el Villacarlos–, son varios nombres que formaron en aquellas plantillas, que bajo la dirección de Jesús Carretero primero y de Jesús Llabrés después, resistieron dos años con las mejores canteras del país.

CD Menorca
El primer ascenso del club azulgrana de Maó se celebró en 1989 (como Isleño Blaublanca). Lluís Vidal acaudilló el mismo desde la banda (el fallecido Juan Millán y Diego Sintes se sucedieron), y los Tom Blanco, Juanra Finestres, Juan Carlos ‘Viroll’, Tent, Dieguito o Juan Romero formaron con la elástica menorquinista en esa época en Primera juvenil. Una ampliación de la liga motivó la permanencia en 1990, pero al año siguiente no alcanzó. En 2012, de nuevo con Vidal a los mandos, el Menorca regresaría a la ya bautizada como División de Honor. El preparador de Maó dirigió la permanencia en 2012/13, pero a la temporada posterior fue remplazado por Juan Romero. Marc Urbina, Xiscu Martínez, Biel Villalonga o Manu Farrando, algunos de los futbolistas que integraron aquel bloque que por un bienio retó a los Barça, Espanyol o Zaragoza, y bajó en abril de 2014.

CE Alaior
El club albinegro, en el presente curso en Liga Nacional Juvenil, convivió hace un cuarto de siglo incluso en una dimensión superior, a raíz del ascenso obrado en 1994 a Primera Juvenil. Tolo Petrus, que condujo el éxito insular y balear, y el desaparecido Vicent Guash, ejercieron como entrenadores de un grupo en el que se alinearon fichajes como Javi Raposo, Felipe Cardona, Berto Moll y Tóbal Sánchez, pero que únicamente pudo soportar una temporada, la 94/95, en las alturas.

Penya Ciutadella
La prolífica factoría del Orient dio con su cénit en la primavera de 2008 con un ascenso a División de Honor que le postergó dos años en la categoría. Tóbal Tudurí amalgamó un grupo de tremenda eficacia al que se unieron perfiles como Aitor, Ignasi, Pedro Capó, Omar o el eivissenc Newman –el Penya inauguró a nivel menorquín sub 19 proceder en el mercado con fichajes foráneos– para asegurar la permanencia al primer año, y de forma holgada, lo que no tuvo émulo en la temporada 2009/10, en que se firmó el descenso. Hasta el ascenso del Villacarlos, y puesto que si bien el Menorca 2014 resulta el precedente más cercano, al datar su primer ingreso de 1989 es el Penya en 2008 el que quedaba para nuestra cronología como el cuarto y último club en inaugurar estatus para viajar por la elite del fútbol juvenil español. Desde Es Castell se eleva ahora el quinto pasajero.