Algunos clubs de la Isla proponen fórmulas para resolver el desenlace de un curso paralizado a causa del covid-19 | Gemma Andreu

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El covid-19 ha dejado el fútbol menorquín con muchas incógnitas y varios frentes abiertos, además de un sentir encontrado entre los clubs del espectro local en relación a cuál y cómo debe ser el colofón de la temporada 2019/20, considerando algunos clubs que el juego «difícilmente se reanudará», mientras que otros consideran fundamental encontrar el modo de cerrar el curso «en el campo», sobre todo las ligas en que cabe dirimir ascensos y descensos.

El anuncio hecho hace días por la Federación Española y LaLiga de prolongar el parón en todas las categorías (profesionales y amateurs) y también en el fútbol base hasta que las autoridades sanitarias y el Gobierno Central se manifiesten de que ya no existe riesgo de contagio y el coronavirus no tenga en jaque el planeta, implica por tanto mantener –incrementarla resulta complicado– la incertidumbre en lo que refiere a la resolución de una campaña cuyo desenlace es imprevisible.

Si bien las competiciones de primer orden –Champions, ligas nacionales...– apuntan a contar con un broche sobre el césped, aunque sea modificando calendarios e incluso contemplando la posibilidad de jugar en verano o hasta en octubre si la coyuntura lo precisa –el volumen de negocio que se maneja al máximo nivel, sobre todo en lo que atañe a derechos televisivos, también instiga a buscar un final oficial en lugar de optar por cancelar el curso–, la realidad en otras categorías, especialmente en las que no deben producirse ascensos o descensos, vira claramente a dar por concluido el ejercicio 2020, como así podría suceder desde el nivel cadete hacia abajo
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Mayor confusión arrojan no obstante torneos de ámbito juvenil o regional. En el caso insular, y empezando por la Liga Regional (que este fin de semana debía consumir su jornada 18 de las 22 que conforman la competición, paralizada desde la 14), con el Mercadal como firme e invicto líder de la competición –aventaja en 9 puntos al segundo clasificado, el Alaior; los albinegros han disputado un partido más–, desde la directiva rojiblanca entienden que lo lógico sería «no jugar más y que el título fuera para el Mercadal».

Sobre la criba de ascenso, si finalmente la temporada se da por terminada prevaleciendo la clasificación actual, deberá ser la Federación la que se pronuncie –atendiendo a que el problema se hará extensivo a la mayoría de comunidades autónomas. Pero no hay nada claro en ese sentido ni es posible hacer una previsión, dado lo cambiante del escenario de una semana para otra. Y el organismo federativo, obviamente, no se pronuncia más allá de esperar al fin del confinamiento para poder definir ciertos pasos.

Mientras, desde la UD Mahón, todavía vigente campeón menorquín, hacen suyo el parecer de que «la liga no terminará» –jugar en verano, ni se contempla por el momento en las ligas amateurs–, pero consideran en voz de su presidente, José Saavedra, que la temporada «debe darse por nula, sin campeón». También desde el CD Menorca analizan «complicado» reubicar fechas y calendario, advirtiendo como lo más lógico empezar a pensar en el próximo curso. En el caso del club azulgrana de Maó, la coyuntura atañe también a su primer equipo juvenil, que es undécimo clasificado en el grupo balear de Liga Nacional, con un holgado margen sobre el descenso (mantendría la categoría tanto si la campaña es nula, como válida la clasificación actual).

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«Muy complicado»

En el seno del Sant Lluís adivinan también «muy complicado» dar con una solución, haciendo hincapié en la necesidad de «resolver» el modo de terminar las ligas en las que «hay descensos y ascensos», indica Kote Vidal, presidente de su sección de fútbol, cuyo equipo juvenil es segundo, a un punto del ascenso a Liga Nacional con cerca de media liga por disputar, y el ‘regional’ marcha tercero en liga –«no puede darse la temporada por nula», abunda el dirigente. En lo que respecta a los campeonatos de formación (de benjamín a cadete), Vidal sugiere tener en cuenta que los niños gustarían «de terminar la campaña sobre el campo, aunque sea jugando un par de partidos». Competir más allá del 30 de junio, «no lo veo, pero si no hay temporada turística es otro escenario», termina el mandatario lluïser.

Otro club con intereses directos en los dos flancos (regional y juvenil) es el CE Alaior. «Estamos a las espera de acontecimientos», explica su directivo Pedro Pérez, que se inclina en «dar por nula la temporada, creo que es la solución». «Todo es muy incierto, no sabemos si dentro de dos o tres semanas podremos entrenar, y la realidad no es igual en las islas que en Madrid o Cataluña, pero no creo que se pueda hacer que aquí juguemos y en otras partes no», reflexiona el directivo albinegro, que asimismo incide en que «los jugadores han perdido ritmo, y aunque intentan mantener la forma en su casa, sería contraproducente, muy arriesgado, volver a jugar tras el parón. Habría que hacer una pretemporada… la verdad es que veo difícil que se vuelva a jugar, pero tenemos que esperar», termina Pérez. El equipo juvenil del Alaior es penúltimo en Liga Nacional, a doce puntos de la zona de permanencia.

Al Este de la Isla no son excepción y la incertidumbre también prevalece. El Villacarlos localiza a solo cuatro puntos la salvación, restando cinco jornadas para que agote el calendario en División de Honor juvenil. «Existe la opción de dar la temporada por nula me comentaron desde un club de Mallorca, lo que para nosotros sería fantástico; y si tiene que subir uno de Liga Nacional, pues el año que viene que baje uno más y arreglado», propone el presidente del club de Es Castell, Joan Quevedo, convencido por otro lado de que «las categorías de formación, de cadetes hacia abajo, no jugarán más» dentro del ejercicio 2019/20.

Otro club con la temporada en el aire en el nivel sub 19 es el Penya Ciutadella, líder en la liga insular (es el conjunto que aventaja en un punto al Sant Lluís). Su presidente, Joan Capó ‘Capi’, se muestra totalmente escéptico al ser cuestionado sobre como despachar el curso 2020. «No tengo ni idea, estamos en una situación que nunca hemos vivido. Lo suyo sería acabar la temporada jugando, pero lo veo muy difícil y los clubs poco podemos decir, decidirá la Federación a instancias de lo que diga el Gobierno y las autoridades sanitarias», detalla el dirigente del antiguo Orient, que a pesar de la situación de privilegio que ostenta su equipo juvenil, no vería «justo» dar por válida la actual clasificación.

«No me convence dar por nula la temporada, pues se habría perdido un año, ni tampoco dar por finalizada la competición tal y como está ahora, habría gente perjudicada y otra beneficiada», dice, como también ve inviable «jugar más allá de junio, no somos profesionales», ni reanudar los torneos «sin hacer un poco de preparación física, sería un desastre». «La situación es complicada, solo podemos esperar y que este virus pase cuanto antes», sentencia desde el confinamiento de su hogar en Ciutadella el presidente del Penya.