Marcos Vaquero y Francesc Cavaller, sonrientes en el Municipal.

TW
3

Alejados en el tiempo aquellos maravillosos años en el Municipal de Sant Antoni con el Atlètic Ciutadella de antaño y después del descenso de Tercera División del Penya Ciutadella a finales de la temporada 2016-17, faltos de alegrías e ilusiones en Ciutadella, este año en Ponent se vuelve a hablar de fútbol en calles y bares, gracias a la ilusionante primera vuelta de la Liga Regional protagonizada por la UE Sami que entrena Marcos Vaquero. Dominadores del primer tramo liguero y ahora líderes todavía– empatados a 24 puntos con un gran CE Ferreries–, en el Sami reviven días de gloria, viéndose con un equipo que por ahora ilusiona, con la grada que vuelve a llenarse y conscientes que de ellos depende jugar la Fase de Ascenso a Tercera y en qué puesto.

La llegada del fichaje del verano en la Regional, David Camps– junto al de Guiem Martí a la UD Mahón–, el fichaje de jóvenes valores como el centrocampista Joan Torres o el portero Oriol Bosch; o del veterano ex Tercera en Mercadal y Penya, Toni Fedelich, y mantener la columna vertebral del curso anterior han situado al Sami como al rival a batir en Menorca, líder aún pese a haber bajado algo sus prestaciones las últimas semanas. Como el inesperado último empate en el derbi ante el Atlètic (1-1).

Máxima prudencia

Siempre ambicioso y cauto, el ‘míster’, Marcos Vaquero, habló de la felicidad que impera en el Municipal, «y en mí mismo, pese a los últimos resultados, con un pequeño y normal bajón. Es un premio que jamás nos imaginamos y me alegra ver feliz a la directiva y a los jugadores y afición, ya que lo sumado bueno es», valoraba el ciutadellenc, talentoso ex jugador. Viendo a sus discípulos «ilusionados por seguir compitiendo al máximo y pendiente de ver hasta dónde nos da o podemos llegar», señalaba Vaquero, el entrenador vería «un éxito ser primeros. De lo contrario, al menos estar en playoff que también sería una pasada». Siempre con los pies en el suelo y conscientes en el Sami de donde se viene, Vaquero ve «en el vestuario», la clave del éxito. «Trabajan al máximo, son una piña y cada uno sabe su papel y los entrenamientos son de una veintena, una competencia que se palpa el sábado y quien ahora juega menos lo da todo igualmente».

Un liderato momentáneo en la Regional que en el Sami, abunda su técnico, «jamás habríamos imaginado, en Navidad, impensable. Al montar el equipo la idea era mejorar un año complicado, con muchas jornadas sin ganar, no tanto estar arriba. Me satisface por los que siguen de la 2021-22». Sí tuvo claro desde verano Vaquero– tal y como iban fichando– «que competiríamos bien. La llegada de David Camps empujó a otras llegadas clave e hizo ruido, siendo clave también mantener la columna anterior. Todo suma y la gente se motivó a venir, independientemente que el Penya sacara equipo o no», incidía, teniendo en sus manos «una mezcla de jóvenes con ganas y veteranos que corren, una combinación que, de momento, nos da éxito».

Como club humilde y con una plantilla en la que nadie cobra, Vaquero evita la palabra presión, «que debe ser para otros. Es un premio y disfrutamos pero está claro que ahora no nos queremos descolgar y lo daremos todo, si bien sabemos que no será fácil, como vimos en el campo del Atlètic. Hay que estar preparados para cualquier rival», avisaba. «¿Rival a batir? Lo somos todos, es una Regional que hacía tiempo que no se vivía con varios arriba apretando. Y los de abajo irán ganando y será una segunda vuelta dura y al ser corta, el margen de error es mínimo, asevera. Y repetía que en el Sami, «presión cero. Vamos a disfrutar y nos veo preparados para afrontar la segunda vuelta, pese a que muchos jugadores viven una situación nueva aunque se haya hablado».

Finalmente, aseveraba Vaquero que sí, ya tocan alegrías a Ciutadella. «Últimamente todo se ha ido a levante y ya tocaba que se hablara de Ciutadella. El club trabaja muy bien e ilusionado, crece desde abajo y con un gran femenino. Y en el campo se nota el ambiente, por lo que toca estar felices y ojalá vuelvan las alegrías». Tirando mano de su amor a su ciudad, desea lo mejor «para el Sami y también que el Penya recupere equipo y el Atlètic siga como hasta ahora y todo ruede. Por Maó se han hecho mejor las cosas últimamente y toca cambiar la tendencia. Ojalá el Sami podamos dar una alegría y el simple hecho de jugar playoff sería la ‘pera’ aunque no será sencillo», sentenciaba.

Palabra de presidente

Similar mensaje al del banquillo, en los despachos, en boca de un feliz presidente del Sami, Francesc Cavaller. «Ver contenta a toda la gente que forma parte del club es un gusto», decía, orgulloso del Regional y de cómo ha llegado aquí. «Trabajo y más trabajo. Todo esto es posible porque año tras año implicamos a más gente a colaborar en el club», subrayaba Cavaller, que, como Vaquero, «visto el año anterior se hacía difícil pensar en estar líderes pero con el equipo formado de inicio vimos posibilidades de luchar por plazas Play off».

¿David Camps? «Es un crack y para el Sami un privilegio poder contar con él pero es evidente que el fútbol es deporte de equipo y tanto los que estaban como los nuevos han sido partícipes de lo conseguido hasta ahora», clamaba, seguro de la respuesta del equipo en la segunda vuelta. «Sin duda que sí, la plantilla está muy animada. Solo llevamos medio curso pero nos enorgullece ser referencia en Ciutadella y en Menorca», proseguía un mandatario, orgulloso del Sami. «Finalmente están dando sus frutos los años de trabajo pero desde la junta directiva creemos que todavía hay margen de mejora en el club».