Los cien años de historia que pasaron del ‘Stadium Mahonés’ al 'Estadi Maonès' de hoy

El campo, que ha enmarcado la mayoría de los éxitos que recoge la densa cronología menorquinista, se empezó a edificar el 7 de febrero de 1924, después de que el 30 de enero de ese mismo año quedaran establecidas las bases para ello, según informó el diario local ‘El Bien Público’ en su edición del 31 de enero.

La construcción del feudo azulgrana, cuyo nombre original cambió en 1940, por imposición de la dictadura franquista, que solo permitía el uso de terminología extranjera de origen germanófilo, a Estadio Mahonés, que a su vez se normalizó a Estadi Maonès cuando pasó a manos del Ayuntamiento a inicios de los 2000, además de garantizar en su momento un futuro de lo más halagüeño para el club menorquinista, repercutió para erradicar la problemática existente en la ciudad en cuanto a disponer de un enclave para la práctica futbolística, en lo que contribuyó más si cabe la inauguración, menos de medio año después, del campo de San Carlos, casa de la UD Mahón, según refiere en su libro ‘El juego del fútbol en Menorca’ del ya fallecido Deseado Mercadal Bagur.

La jornada inaugural del recinto, que convocó a todas las autoridades y personalidades de la sociedad mahonesa de la época, además de motivar el primero de los incontables llenos que iría registrando el feudo en los años y lustros posteriores, tuvo como plato estrella el partido que enfrentó a Menorca con el Iberia FC, que concluyó con victoria azulgrana, 2-0.

Fue aquel el primero de los muchos acontecimientos, en su mayor parte del ámbito futbolístico, que ha enmarcado el coso azulgrana, que por otra parte ha sido también escenario de pruebas ciclistas, de hípica –estas se desarrollaron habitualmente allí hasta que cesaron iniciados los años 70, debido al riesgo de que los futbolistas contrayeran tétanos–, de atletismo, como también de balonmano y de baloncesto (en la pista aledaña al campo que ahora se enclava dentro de lo que es el colegio Sant Josep), al margen de ser el hogar del desaparecido Sporting Mahonés durante el curso 1975-76.

Asimismo, el denso palmarés que ostenta el CD Menorca, que en su mayor parte labró entre la década de los 20 del siglo previo y 1974, en gran parte lo afianzó al resguardo de un recinto que en mitad de los años 60 ofrecía un aforo de más de 4.000 personas –reducido a unos 1.500 tras la remodelación.

Entre sus momentos más significativos –de los muchos que ha legado la cronología del recinto–, destacarían las tres fases de ascenso a Segunda (1962, 1964 y 1965), la irrupción del equipo en la antigua y potente Tercera Nacional –precuela de la posterior Segunda B– en los 70, el amistoso ante el Barça de octubre de 1967... y en clave más moderna, los ascensos a la máxima categoría juvenil del país, obrados en 1989 y 2013, el último ingreso en Tercera del club, en 1986, y el reciente título de Regional de 2022. El campo del Menorca cumple un siglo.