Fiesta. Un alto porcentaje de ciudadanos salió ayer noche a las calles y plazas de todas las poblaciones de la Isla para celebrar el triunfo de la Selección Española ante el equipo holandés - Javier

TW
0

Hasta las bocinas de los barcos se podían escuchar ayer desde diferentes puntos de la Isla. La emoción de un partido largo en el que parecía que no marcaría ningún equipo y la indignación por el juego duro de los holandeses provocó que el gol de Andrés Iniesta diera lugar a un estallido de reacciones por parte de los menorquines, residentes y turistas que no dudaron en tirar petardos, poner música, abrazarse, gritar y saltar. Tras unos minutos en los que España trataba de mantener el resultado en el marcador, el árbitro pitaba el final del partido. Un alto porcentaje de ciudadanos, en todas la poblaciones de la Isla y de todas las edades, salieron a celebrar una victoria histórica y muy esperada. Habrá quien no haya celebrado sólo el triunfo de la Roja, también habrá celebrado ganar la porra y es que, en este tipo de encuentros, las porras o apuestas son parte indiscutible del juego. De hecho, durante estos días, el resultado que más se ha escrito en las pizarras de los diferentes locales es 1-0 a favor de España. "Sabíamos que sería difícil ganar a Holanda porque defienden muy bien, son muy técnicos, pero hemos demostrado que podemos con eso y más" decía uno de los aficionados. "Es vergonzoso cómo han jugado los holandeses, parecía una batalla campal, no han podido jugar más de dos minutos sin una falta" apuntaba otro aficionado. Resultan ser dos de los comentarios que más se han escuchado, por un lado, la resistencia del rival, por otro, que el árbitro no pitara todo lo que estaba pasando.

En cualquier caso, los bares con pantalla gigante y muchas terrazas y balcones han vuelto a ser escenario de emociones, adrenalina y, finalmente, éxtasis y satisfacción por el triunfo de la Selección Española. Incluso se organizaron quedadas para celebrarlo a través de varias redes sociales, como es el caso de Ciutadella, donde numerosas personas se reunieron en la plaza de Es Born. En Maó, además de en las plazas, el resultado se festejó de manera masiva en el puerto.

Una vez más, el fútbol ha sido causa de alegría para muchos. Tal como decía uno de los seguidores del equipo, "no hay que mezclar política con deporte. Este Mundial ha demostrado que podemos unirnos en muchas más ocasiones, por todos y para todos".