Ilusionada. Con su debut en el Campeonato del Mundo, Morris vuelve a los torneos grandes - Archivo

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Chloe Morris no se conforma fácilmente. Esta menorquina dejó la Isla cuando sólo tenía 16 años para formarse como amazona en Barcelona, y "hacer algo en serio" con la hípica. Ya entonces tenía claro a qué se quería dedicar. Y decidió aprender con la mejor amazona española, Beatriz Ferrer Salat. Fue campeona de España de jóvenes jinetes en 2005 y subcampeona al año siguiente, y participó en una Copa del Mundo.

A los 21 años, junto con el cambio de categoría decidió cambiar también de aires. "Cogí las maletas y, sin conocer a nadie, me lancé y me vine a Alemania, la cuna de la doma, a seguir aprendiendo", narra. La experiencia, asegura, ha sido dura: "Ha costado mucho llegar hasta aquí, nadie te regala nada y, cada vez que llegas a una cuadra nueva, tienes que empezar de cero, como moza y sin montar un solo caballo".

A base de tesón, se fue abriendo paso por varias cuadras hasta llegar a trabajar con Isabel Werth, algo así como la Michael Phelps de las amazonas, a cuyo lado se forma ahora. "Estoy haciendo lo que vine a buscar", explica con alegría, "y aunque tuve que empezar desde abajo varias veces, no lo cambiaría por nada, porque estoy aprendiendo de la mejor del mundo".

Ahora, Chloe está "muy ilusionada" porque se ha clasificado para competir por primera vez en el Campeonato del Mundo de Caballos Jóvenes, en Verden, Alemania, del 4 al 8 de agosto. "Desde 2006 no he ido a ningún concurso grande y allí coincidiré con los mejores jinetes", cuenta, y se muestra cauta porque, para ella, "pasar a la final ya es un reto: alemanes y holandeses están mucho más avanzados".