Ciutadella. Miembros del CE Sant Lluís, en la prueba del domingo pasado - jc

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Corría el mes de febrero cuando un puñado de enamorados del deporte que aúna la natación, el atletismo y el ciclismo decidieron institucionalizar su pasión. Así se fundó la sección de Triatlón del Club Esport Sant Lluís. Se trata de la primera entidad dedicada a esta disciplina que existe en la Isla. Cuenta Joan Cubas, miembro del club y uno de sus impulsores que gracias a su cargo de concejal de Deportes del Ayuntamiento santlluïser consiguió facilitar la creación de la entidad añadiéndola al citado Club Esportiu Sant Lluís. "No hay que confundirlo con el Centre Cultural Sant Lluís", avisa.

El club, cuyo presidente es Sergi Seguí, tiene unos veinte corredores inscritos, algunos más de la quincena de fundadores después de reunirse en invierno en Es Mercadal, y agrupa a triatletas de toda la Isla. Hasta ahora, sus miembros han competido en el Campeonato de Balears, e incluso varios se clasificaron para el de España, aunque finalmente no acudieron.

Seis de los deportistas de la nueva sociedad tomarán parte mañana en el Extreme Man 113 Menorca. Cuatro de ellos, el citado Joan Cubas, Paco Arnau, Lluís Pons y Dani Orfila, explicaron ayer a Es Diari cuáles son sus sensaciones antes de la prueba.

La idea más repetida es que participan en una carrera tan dura como la media Iron Man de mañana para ponerse a prueba a ellos mismos. "Quiero ver si soy capaz de terminarla y vivir para contarlo", relataba Pons. Ésta será su primera participación en un certamen de esta distancia. En realidad, sólo Dani Orfila sabe lo que es una prueba semejante. "Cualquiera que acabe ya es un ganador", afirma Pons.

Pero, evidentemente, no es sólo la capacidad física lo que entra en juego en una competición tan exigente. La parte psicológica es tanto o más importante. "Piensas constantemente en el momento en el que cruzarás la meta, toda una liberación", tercia Orfila.

Todos ellos señalan la subida a la torre de Fornells como uno de los momentos más duros del recorrido, y esperan que sus repechos hagan daño a unas piernas ya castigadas después de dos kilómetros a nado y 90 en bici. Cada uno de ellos ha seguido un entrenamiento muy diferente. Arnau explica que lleva preparándose desde julio, seis días por semana. "Ahora he bajado la intensidad para estar más fresco", señala. Orfila, en cambio, admite que se ha preparado muy poco.

En lo que están de acuerdo es en el gran crecimiento que ha experimentado la afición por el triatlón, de la que la creación de su club es una clara muestra.