Dureza. Aunque no fue un partido especialmente violento sí hubo ímpetu en ambos bandos; en la imagen, Marcos por los suelos - photodeporte

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El Sporting Mahonés puso en serios aprietos a un Ontinyent que hizo valer un rebote para retener los tres puntos en casa y provocar la segunda derrota consecutiva del grupo de Joan Esteva (1-0). El equipo textil necesitaba los tres puntos después de la derrota en Badalona y el cúmulo de bajas que arrastraba. Por su parte, el Sporting suma la tercera derrota de la temporada y se acomoda en la zona media baja de la tabla.

El encuentro arrancaba con dominio alterno y llegadas a las dos porterías aunque sin ocasiones demasiado claras. El recuperado Kikín llevaba la voz cantante en el Ontinyent mientras el Sporting, con cinco centrocampistas y un punta, Marcos, jugaba a verlas venir. De los locales fueron las primeras jugadas de peligro. En cambio, el gran susto en el tramo inicial se lo llevó Rubén García. El portero del Ontinyent vio como el balón estuvo a punto de alojarse en las mallas tras golpear a su compañero Fede de forma involuntaria en la espalda en su intento de despejar el primer córner del Sporting.

Tras estos escarceos, los locales pasaron a dominar la contienda y en el minuto 25, una jugada individual de Rubén Carreras acababa con asistencia sobre Marcos en el corazón del área. El delantero blanquiazul en el uno contra uno se encontró ante la gran respuesta de Rubén García, que evitó el gol.

El susto despertó al Ontinyent, que jugó sus mejores minutos en el tramo anterior al descanso. En el minuto 33, Alberto Quintero se marcó la jugada del partido en la línea de fondo zafándose de todos los defensores. Su centro a la cabeza de César Remón lo remató este a las manos de Moso. En el minuto 42, el meta mahonés se lució al despejar a corner una falta envenenada a cargo de Javi Vicente.

A continuación llegaría el único tanto del partido. El central Gonzalo sorprendía entrando por la derecha para asistir a Kikín que remata a gol con la fortuna de que Martí Noceras tocó el esférico y engañó a Moso, que no pudo hacer nada por evitar el gol.

Parecía que no habría cuerda para más en el primer acto, pero en la última jugada Rubén Carreras estuvo a punto de aprovechar un barullo en el área local.

La segunda mitad fue la continuación del mejor Ontinyent. De nuevo Kikín, bien secundado por Quintero, se echó el equipo a sus espaldas. En el minuto 52, Moso evitaba el 2-0 y en el 59 el remate de Kikín se marchaba alto. A los locales les empezaba a pasar factura el estado físico.

El Sporting vio entonces la oportunidad de sacar provecho y Joan Esteva dio entrada a Raúl Vates e Iray, y, después a Pedro García. El Sporting se hizo dueño de la situación y el Ontinyent empezó a mirar el reloj. Gabri y Víctor Fuentes entraron para dar frescura a los de casa ante la asfixiante presión del rival.

Dos ocasiones claras tuvieron los de Esteva para no marcharse de vacío, una de ellas con polémica incluida. Corría el minuto 81. Marcos dejó en la frontal a Méndez Canario, que dio una asistencia de lujo al desmarque de Rubén Carreras. Éste sorteo al portero y marcó, pero el árbitro invalidó la acción por fuera de juego. En el 86 Jeroni remató un corner pero César Remón sacó el balón desde la línea de meta. Fue el último apretón del Sporting porque el Ontinyent controló hasta el final.