Presión. El CD Alcázar no pudo superar el empuje de L’Alfàs. - Javier

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Después del largo parón navideño, el baloncesto EBA regresó ayer a Maó con un encuentro de muchos quilates en el que L'Alfàs exhibió su condición de claro aspirante al título. El Alcázar, cuarto, cedió ante el cuadro levantino (66-77), segundo clasificado, que venía de ganar al líder Platja Gran en su camino hacia la lucha por el ascenso.

El conjunto alicantino quiso marcar desde el principio su condición de favorito al ascenso y salió enchufado al partido con una zona que se le atragantó a los rojillos y que a la vez les permitía a los visitantes rápidas transiciones que marcaron un parcial de 4 a 13 en el minuto 5. Luis Arbalejo movió el banquillo y le dio salida a Dani García que junto a la aportación de Armando Álvarez conseguían acortar distancias y frenar un tanto el ritmo endiablado que marcaba el L'Alfàs con los puntos de Cruza, Ausina y Lledó. Al final de este primer periodo se llegó con un ajustado 18 a 23.

En el segundo cuarto los visitantes aceleraron aún más el ritmo y con rápidas transiciones endosaron un parcial de 2 a 13 que dejó el marcador en un 20-34 obligando a pedir tiempo muerto al técnico local. Las rotaciones fueron constantes en el equipo alcazareño, pero ayer no tuvo su día en ataque y la brecha no paró de crecer. El Alcázar lo intentó todo, pero sorprendente en un equipo con un ataque tan fluido, los mahoneses sólo anotaron 7 puntos, lo que dejó un claro 25-38 al descanso.

Mínima reacción local

Tras el paso por vestuarios el Alcázar empezó el tercer tramo más metido en el partido. Dos robos seguidos de balón de Dani García más un triple de Sabaté y el hecho de que el L'Alfàs se cargara muy rápido de faltas (dos consecutivas de su base titular Cardador) propiciaron que el equipo y el publico se enchufaran y que las dinámicas pudieran cambiar. Pero un triple de Cardador y otro de Lledó, que entró llorando, significaron el 32-50 al ecuador. A partir de ahí Auxina, Cruza y Lledó lideraron a su equipo y a pesar de la lucha en los aros de Ángel Piedra dejara el marcador con un 42-61.

El Alcázar por carácter y filosofía es un equipo que no baja los brazos y así lo demostró ayer empezando el último y definitivo cuarto con un parcial de 7-0 tras canasta de Arteaga y cinco puntos consecutivos de Savoy. Esta reacción dejó el marcador en un 49-61 con mucho tiempo por jugar.

Pero a partir del minuto cuatro empezó un festival de triples de los de Quini García con Molina, Cardador y Álex Gómez que rompieron el partido en un 56-75. Un parcial final de 7- 0 con el partido decidido permitió maquillar el resultado llegándose al pitido final con 66 a77. El L'Alfàs demostró su condición de favorito.