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Un gol salvador de Cesc Fábregas rescató a España de la derrota en su estreno en la Eurocopa 2012 (1-1), ante un rival que supo frenar sus virtudes y provocó que se añorase la figura goleadora de David Villa, decisivo en grandes citas.

Arrancó el campeón con un guión que cumplió lo esperado. Ser campeón de Europa y del mundo, el gran favorito al título, provoca el respeto y la admiración de cualquier rival.

Del Bosque manejó la duda entre Fernando Torres y Álvaro Negredo hasta que conoció los planes de Prandelli. Italia cambiaría su identidad. Era un paso en falso. La defensa de cinco, con tres centrales y dos laterales de largo recorrido, nada tenía que ver con el 'catenaccio' de otra época. No fue el recurso para frenar el fútbol de España porque quisieron el balón. Apretaron en la construcción y dificultaron el juego de los 'bajitos'. Reivindicaron su carácter competitivo con la mejor de sus imágenes.

Entendió Del Bosque que ante una defensa de cinco era mandar a la guerra a un solo punta. Por eso jugó sin ariete y recurrió a Cesc.

La consiga era frenar a Pirlo. El cerebro de todo. Un futbolista tan brillante que el tiempo no pasa por él. La acumulación de jugadores en la zona de creación cumplió el objetivo y ahí destacó Cassano, rehabilitado para el fútbol tras un problema de corazón.

Mientras la dosis de locura la ponía Mario Balotelli, Cassano puso la clase. España llegaba con Silva como protagonista pero no creaba peligro. Buffon detenía con comodidad el disparo. En el duelo de los mejores porteros del mundo, Casillas tuvo que tirar de galones. Primero ante una falta, a su palo, de Pirlo. Con eficacia a un disparo de Cassano y un testarazo a placer, al borde del descanso, de Motta.

España estuvo a expensas de la magia de Andrés Iniesta. No cesó de intentarlo. Recortes. Túneles a rivales dentro del área. La 'Roja' rizaba el rizo. Faltaban disparos a puerta y sea añoraba a Villa.

En la mente de todos reaparecía el mal inicio del Mundial. El sufrimiento en el grupo tras caer con Suiza en el debut. Estaba prohibido fallar y en la reanudación España salió por su rival. Subió una velocidad y comenzó a intentarlo. Cesc hizo lucirse a Buffon y Xavi chutó desviado. Iniesta rozó el palo escorado tras otra parada del meta italiano. Era un claro mensaje al rival.

El corazón español fue encerrando a Italia que no vio con malos ojos buscar el contraataque. Balotelli es una bala y Cassano estaba entonado. Encontró el premio la selección 'azzurra' gracias a su líder. Arrancó Pirlo a los 60 minutos viendo espacio y con una jugada en su mente. Se fue con facilidad de Busquets y lanzó un pase al hueco, a la velocidad de Di Natale, que tocó a la red su primer balón.

Otro varapalo para España en el debut. El momento en el que muchos dudan de un grupo de futbolistas que no lo merece. Lo han ganado todo y se levantaron con el carácter de un campeón que recibe un golpe. Tres minutos tardaron en hacerlo. Silva vio el desmarque de ruptura de Cesc. Toque perfecto y zurdazo de Fábregas para marcar.

Entró en escena Jesús Navas por Silva. y después Fernando Torres por Cesc y España se fue a por el partido. Navas se fue siempre. Un centro suyo lo remató cruzado Jordi Alba y una contra la perdonó Torres en el mano a mano ante Buffon. Sus ganas de lanzar un mensaje de reivindicación se vinieron abajo. Torres perdonó las dos ocasiones más claras. La segunda tras explotar su frescura física, recibir el pase de Xavi y con Navas para marcar a puerta vacía, apostó por picar el balón en exceso ante Buffon. Era el punto final a un duelo repleto de igualdad. El pulso entre dos estilos acabó en tablas. España inicia un nuevo reto cortando su victoriosa racha (14 triunfos oficiales consecutivos).