JUICIO SPORTING - Javier

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Por espacio de cuatro horas se prolongó ayer por la mañana el juicio que abordó la demanda interpuesta por la empresa Intersport contra Paco Segarra, expresidente del Sporting Mahonés, y seis de sus directivos por el impago de varias facturas con un valor aproximado de 16.000 euros.

A petición del abogado de Intersport tanto los demandados como los testigos fueron entrando uno detrás del otro, aunque tras su declaración sí tenían la opción de permanecer en la sala del juzgado de lo Civil, en Maó, donde se celebró la vista.

El primero en declarar fue Paco Segarra quien, tras responder a las preguntas sobre las facturas reclamadas, vino a señalar que durante su mandato llegó un momento en el que tuvo que poner fin a sus aportaciones personales al club y trató de buscar ayudas a base de subvenciones y patrocinios sin hallar la colaboración que precisaba.

Le siguieron, por este orden, los exdirectivos también demandados, Alfredo Tifón, Miquel Olives, Pedro Masa, Pedro Lozano y José Pons. El siguiente en ser interrogado fue el representante de la firma demandante, David Torres. Los últimos en ser llamados a declarar fueron los testigos citados por los respectivos abogados, es decir, Joan Villalonga, Fernando Osuna y Miquel Torres.

Osuna, que sucedió a Segarra en la presidencia del Sporting Mahonés, se refirió a las dificultades que ha tenido desde que accedió al cargo al haber recibido constantes visitas y llamadas de proveedores de todo tipo que le reclaman impagos del anterior equipo directivo del club.

En la vista los abogados esgrimieron, entre otros argumentos, que la demanda se debía haber puesto primero al club y posteriormente a los directivos.

La sentencia correspondiente a este juicio debe conocerse, en principio, durante los próximos días.