Georgia Warren, la cuarta por la izquierda, posa junto a sus compañeras del Pasqual Calbó en Guadalajara, donde se celebró la Copa de la Reina y el Nacional de Base | B.M.

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Georgia Warren (1998) lució talento en la Copa de la Reina de Gimnasia Rítmica celebrada durante el pasado fin de semana en el Palacio Multiusos de Guadalajara, donde firmó un destacado octavo lugar en aro y un sobresaliente quinto puesto en cinta, los dos aparatos en que compitió.

La gimnasta del Pasqual Calbó, una muñeca del siglo XXI que irradia elegancia a borbotones, de nacionalidad británica pero formada íntegramente como deportista en Menorca –reside en la Isla desde los 3 años–, dejó huella en su competencia con la elite española (la casi totalidad de rivales con que pugnó pertenecen al CAR y se encuentran en órbita de la selección), incluso pese a que en la jornada de entrenamientos del viernes por momentos fue presa del nerviosismo. «Verse ahí, con las mejores de España, de inicio le impactó», explica sobre los ensayos la profesora y 'madre deportiva' de Georgia, Belén Meléndez, que lideró la expedición del Pasqual Calbó desplazada a la localidad castellano-manchega –donde se disputó en paralelo el Campeonato de España de Base.

Sin embargo, «se resarció de sobra y con éxito, la verdad es que su actuación en la competición, el sábado, fue una pasada, increíble», sigue Meléndez en relación a su pupila. Gran admiradora de la internacional Carolina Rodríguez, Georgia dispuso la oportunidad de rivalizar con ella, con una de sus ídolos. También con otras 'Top' de la Rítmica estatal, como Natalia Mora, Andrea Pozo o Alba Sarrias.

Georgia, segunda gimnasta 'menorquina' de la historia, tras la olímpica Bet Salom, en clasificarse para la Copa de la Reina, máximo torneo de rango nacional, arrancó un meritorio octavo lugar en la prueba con aro, en la que obtuvo una nota de 11,900. La castellanoleonesa Andrea Pozo se adjudicó el triunfo (15,850).

La exuberancia de su actuación llegó en la cinta, donde Georgia rozó la perfección para un quinto puesto de ensueño (11,300 de nota). Su admirada Carolina Rodríguez finalizó primera (17,400), seguida de Natalia Mora (14,600). La en su día considerada 'nueva' Almudena Cid, Eugenia Onopko –hija del exfutbolista ruso del Oviedo, Victor Onopko–, terminó tercera. Esther Cobo fue cuarta. En esta modalidad, la representante menorquina rebasó en la clasificación a Alba Sarrias, Andrea López y Yanira Rodríguez, por aludir a algunas –cada prueba reunió a las doce mejores de España–.

Si bien la propia Georgia admitía en estas páginas en los prolegómenos del evento que el objetivo en Guadalajara sería «conseguir un seguimiento», dado que su nacionalidad le impide ser convocada por la selección, son varios los planteamientos que ahora se alzan en torno a su figura dado el impacto que tuvo en la Copa. Uno sería intentar acelerar los trámites para «tener pasaporte español», anota su entrenadora. El otro, «que compita con Gran Bretaña», su país de origen, sentencia Meléndez. Todo con tal de no malgastar un talento natural, moldeado en Menorca al cobijo del Pasqual Calbó, que enamoró al 'planeta gimnasia' en Guadalajara.