Gemma Triay, en Punta Prima, durante la presentación del evento | WPT

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El Estrella Damm Menorca Open 2022, el décimo quinto torneo Open del año del World Padel Tour (y último que comprende el calendario de este año en suelo español), se presentó de modo oficial y en sociedad a mediodía de este martes en Punta Prima, Sant Lluís, en un acto que contó con la asistencia de la jugadora menorquina y vigente campeona del evento, Gemma Triay Pons (1992), que por razones evidentes, fue la gran estrella de la jornada.

Junto a la jugadora de Alaior, actual número dos del ranking mundial, estuvieron en la presentación del evento la presidenta del Consell, Susana Mora, y el alcalde de Maó, Héctor Pons.

La competición, en su fase preliminar, empezó el pasado sábado en Sant Lluís, subsede del Estrella Damm Menorca Open, cuya fase final, como es habitual desde su edición inicial, celebrada en 2019, se llevará a cabo en Maó, en el Pavelló Menorca, que por tanto convertirá la ciudad de Llevant, por unos días, en la capital del pádel mundial.

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Gemma Triay y su pareja de juego, la madrileña Alejandra Salazar (que también sabe lo que es ganar en la Isla, lo que ha conseguido tanto formando dupla con la de Alaior, el pasado año, como en 2020 con Ari Sánchez) entran en liza en el torneo menorquín este jueves, enfrentándose en la ronda de octavos de final con la pareja vencedora del duelo entre Giulia Sussarello-Emily Stellato y Carla Mesa-Lorena Rufo (incógnita que se despeja este miércoles).

Será, con esta, la quinta oportunidad en que Gemma Triay compite en la Isla en un torneo del circuito (tres ‘open’ y el master final de 2020, las citas que hasta la fecha ha cobijado Maó), y su ambición de triunfo, tal y como la propia jugadora menorquina reconoció el pasado sábado en una entrevista en exclusiva en estas páginas, y reiteró este martes, es total, más después de haber superado su peor bache de la temporada (y de los últimos dos años probablemente) en cuanto a resultados, ganando hace poco menos de dos semanas en el Open de Santander, en lo que repercutió como su octavo título de 2022, igualando así la marca con la que cerraron 2021, entonces con el número uno del ranking en el bolsillo.

Recuperar ese primer puesto del circuito, o acercarse por lo menos a ello, es otro de los frentes que Gemma y Ale tendrán abiertos en el Pavelló Menorca. La menorquina y la madrileña no se obsesionan con ese objetivo, si bien tampoco le dan la espalda ni renuncian a ello, pero entienden que conseguirlo debe ser una consecuencia de su mejora y de seguir con la línea exhibida en Cantabria y de continuar amontonando más éxitos.

En ese sentido, también influirá, lógicamente, el rendimiento que puedan mostrar la pareja némesis de Gemma y Ale durante esta campaña; la dupla formada por Ari Sánchez (hasta 2019, compañera de Ale Salazar) y Paula Josemaria, cuya irresistible progresión las impulsó hace poco menos de un mes a la cima del ranking. Unas u otras han jugado este año todas las finales del circuito a excepción de una, y en función de como se ha ordenado el cuadro del Estrella Damm Menorca Open, el camino de las cuatro podría y debería cruzarse, por enésima vez esta temporada, en la gran final del domingo en Maó.