La dupla de regatistas y además hermanos Pons Faner, pertenecientes al CN Ciutadella.

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Los hermanos Toni y Josep Pons Faner son incansables y su amor y pasión por el mar les lleva a siempre buscar nuevos retos y objetivos. Y ahora el nuevo desafío del veterano crucero Chica Txeca, con bandera del Club Nàutic Ciutadella, le llegará este inminente mes de septiembre 2023. Toni Pons, armador de Chica Txeca de Es Nàutic, participará en el próximo Campeonato del Mundo de Cruceros de tripulación reducida A2 que se celebrará en Barcelona, entre los días 9 al 15 de septiembre.

Toni Pons, titular de este crucero que tantos éxitos ha otorgado a las vitrinas del CN Ciutadella, participará en este complejo Mundial con su hermano, Josep Pons, en una prueba donde todas las tripulaciones son dobles (dos tripulantes). Un evento internacional en el que ayer ya había cerca de 70 barcos inscritos, con esloras de 10 a 15 metros.

El campeonato mundial al que se enfrentarán en apenas tres semanas los Pons Faner consta de dos regatas– la primera prueba con salida día 9– donde el recorrido será de 200 millas (48 horas aproximadamente) y la segunda prueba el día 14, con un recorrido de 70 millas (24h). La suma de las dos pruebas será el resultado de las clasificaciones finales en este Mundial.

En el caso del velero Chica Txeca de Es Nàutic y patroneado por Toni Pons Faner tiene una eslora de 9,8 metros y es de la marca Jeanneau, modelo Sun Fasto 3200, equipado con electrónica Garmin.

Una competición muy especial

En palabras de los dos hermanos, el desafío en este campeonato de mayúsculo, simplemente por el hecho mismo de que el Chica Txeca, «seremos el crucero más pequeño de la flota que participa en este Mundial». Sin embargo, cabe recordar que ya tienen mucha experiencia con este barco, con el que ya lograron cruzar el Atlántico, en el año 2011. En esta ocasión, la prueba es clasificada de Nivel 3 por la ‘World Sailing’, «entidad muy estricta con temas de seguridad y equipación de las embarcaciones que participan», señalan desde el CN Ciutadella.

Lejos de tener nada que ver con el Atlántico, «es una competición muy diferente; cruzarlo fueron 2.700 millas y sabíamos que era sobre todo navegar en un rumbo. Este Mundial son dos pruebas, una primera más larga y una segunda más corta pero igualmente larga. Navegar a dos es muy diferente que navegar a cuatro personas– como hicimos al cruzar el Atlántico– y sus regatas mucho más cortas y además es una competición mucho más exigente», señalan los aspirantes. «No se podrá dormir y hay mucha más táctica y estrategia, por lo que estamos muy ilusionados y a la vez impacientes por empezar».

Además, se trata de una cita familiarmente muy especial. «Tenemos una relación muy próxima los dos hermanos y nos entendemos a la perfección, tanto dentro del barco como fuera. Los dos sabemos cuáles son nuestros puntos buenos y siempre nos hemos combinado muy bien».

¿Retos? Los Pons Faner, «siempre vamos con intenciones de hacer el mejor papel posible y navegar lo mejor que podamos, dentro de nuestras posibilidades. Queremos acabar la competición sin roturas, sin lastimarnos y navegando bien y si lo conseguimos sabemos que podemos hacer un buen papel puesto que disponemos de un barco muy polivalente y rápido». Dicho esto, abunda la pareja en que no tienen objetivos de clasificación, «puesto que sabemos que la mayoría de participantes normalmente hacen estos tipos de competiciones y tienen los barcos preparados específicamente y con mucha más experiencia», recalcan los Pons Faner, pendientes además de tiempo y recorridos. «Lo sabremos días antes y los locales siempre serán favoritos».