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El Valeriano Allès alcanzó ayer a la tarde en Logroño una nueva semifinal de Copa al superar por segunda vez en pocos días a un Barça que solo soportó un par de parciales (3-1) y pagó cara su inexperiencia en citas de esta envergadura. Las menorquinas, con buenas recepciones, un efectivo bloqueo y versatilidad en el ataque, se medirán a GH Leadernet en la penúltima ronda del torneo (hoy, 20 horas).

El primer set estuvo dominado por el Valeriano, que impuso su variedad de rematadoras (McNatt, Cano, Brun y D'Amaro) y su mayor facilidad para bloquear. Así se pueden entender los problemas que encontraron las chicas de Marta Gens para dar continuidad a sus acciones. Un dato revelador es que la opuesta Nerea Sánchez no asumió la responsabilidad ofensiva de las catalanas hasta los instantes finales del parcial, y eso que fue la más resolutiva, con 8 puntos. Varios remates perfectamente ejecutados (Cano y Brun) fueron decantando el set poco a poco: 17-18, 18-21 y 22-24. El parcial se cerró con un saque afortunado de Brun, después de que la bola, tras rozar ligeramente la red, botara en campo rival ante la desesperación catalana. El segundo set fue una historia radicalmente opuesta. El marcador en contra parece que aumentó la concentración de un Barça más activo y que encandenó consecutivamente 11 tantos (11-2). Una brecha imposible de remontar pese a los intentos de las menorquinas, que comenzaron a pensar en el siguiente set sin malgastar fuerzas. También ayudó que los números de McNatt en ataque no fueron buenos (un 9%) durante estos minutos.

El tercer parcial se intuía decisivo. Y por eso ambos conjuntos buscaron la manera de llevárselo. Resultó un constante toma y daca. Buenos remates, recepciones sólidas, colocaciones sugerentes y bloqueos efectivos, en ocasiones. Voleibol con criterio, emoción e intensidad. Segura (7 puntos) lideró al Barça, mientras que la versatilidad fue, como ya lo hiciera en la primera manga, un buen aliado de Valeriano (Cano, 6; McNatt, 5, por ejemplo).

El 5-3, 6-4, 19-17 y 21-19, para las catalanas, y el 10-12, para las baleares, fueron las máximas rentas en un marcador que alternaba sin parar: 4-5, 7-6, 9-9, 12-11, 15-15, 19-19, 21-21, 22-22. Había que controlar los  nervios, templar lo que pedía la cabeza y saber ejecutarlo con destreza en busca de ese hueco en campo contrario. McNatt lo encontró para el 23-22. Sánchez se llenó de bola y facilitó el 24-22, mientras que un bloqueo de D'Amaro, tras una protestada acción, puso en ventaja a Valeriano.

Ir por debajo en el marcador obligaba al Barça a recomponerse y el 10-4 ponía en alerta a las catalanas, más apagadas y sin rumbo. Todo lo contrario que un Valeriano reforzado por su pericia en las recepciones y por la energía que le imprimían en cada remate. Con el 14-6, las de Bep Llorens tenían el partido. El orgullo del Barça propició el 10-15, pero no le dio para más (25-18). El Valeriano, a 'semis'.