Bep Llorens, en primer plano, de espaldas, durante la sesión matutina de ayer en Las Palmas | Joan Juanico

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No fue precisamente el de ayer por la mañana uno de los entrenamientos más felices para el Avarca de Menorca. Bep Llorens solicitó pista para ejercitarse en el Centro Insular de Deportes de Las Palmas. Antes, de buena mañana y en el 'hall' del Hotel Pujol donde permanecerá el equipo hasta su vuelta a la Isla el lunes por la mañana, el técnico citó al equipo para una sesión de vídeo con la que analizar lo sucedido ante el CVB Barça. Ello por la mañana, porque por la tarde la expedición ciutadellenca acudió al pabellón a presenciar las dos semifinales.

Caras largas y de circunstancias en el seno del conjunto ciutadellenc en una matinal de trabajo que el propio Llorens quiso dejar claro que no era un castigo ni una reprimenda. «Únicamente esta sesión de trabajo de vídeo y pista buscaba evitar la indiferencia por haber perdido. Repito, no busco la culpabilidad en las jugadoras por la derrota pero tenemos que trabajar y no hacer ver que no pasó nada». Según el técnico, y al quedarse hasta mañana en Las Palmas, está claro que no podían estarse «tres días en Canarias sin entrenar ni hacer nada».


Andreu Hernández

Mientras tanto, desde Menorca, el presidente del CV Ciutadella, Andreu Hernández, se sinceraba para Es Diari sobre la derrota ante el Barça y la repentina marcha de la Copa. Lejos de mostrarse disgustado o preocupado, el mandatario la valoró «como lo que es, el resultado de un partido en una competición del máximo nivel y exigencia, adonde solo llegan los mejores. Afortunadamente no ha sido ni será el único. Y sorprendido para nada. Ya se avisó de la igualdad que refleja la clasificación en la liga, por mucho que nuestras victorias de primera vuelta o pretemporada incitaran a pensar que éste era un partido más. El Barça es un buen equipo y lo sabíamos», aseguraba Hernández.

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