La catalana del Avarca de Menorca, Raquel Brun, intentando superar con rabia la muralla rival

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Cuando el rival es superior a ti, sólo toca felicitarle y pensar en el siguiente compromiso. Eso debió hacer Bep Llorens tras el enfrentamiento ante el todopoderoso Naturhouse, un equipo que, casi sin querer, como sin esfuerzo, derrotó con comodidad a un Avarca de Menorca que mejoró sus prestaciones en el segundo set, pero al que los excesivos errores, tanto de saque como en remates, le condenaron. 3-0 sin paliativos en poco más de una hora, 66 minutos.

De hecho, el primer parcial fue un auténtico suplicio para las baleares. No sólo por el 25-7 sino por la masacre que perpetraron Gritzbach y Pejkovic por el centro, aprovechando la debilidad en esa franja del Menorca tras la baja de última hora, por gastroenteritis, de Ana Pérez. El cuadro local insistía una y otra vez en machacar la zona central. El marcador se disparó en un momento hasta el 8-2. Pero continuó con un sangrante 12-4 y 18-6 con remates de todos los colores y bloqueos en los que Gritzbach (sólo jugó el primer set) y Pejkovic siempre estaban presente. Si a ello se le une el acierto de Amelia Portero y de Da Silva, junto a las malas recepciones visitantes era entendible que el electrónico se dispara hasta el 20-6 para concluir con el citado 25-7 con el espectáculo ofensivo de las de Manuel Berenguel.

Llorens buscó alternativas en el segundo set y parece que las ganas por defender estuvieron más presentes en Menorca, que arrancó liderando el parcial: 1-3 y 2-4. Entonces Yoraxi, magistral en la colocación, puso en bandeja varios remates francos para sus compañeras. Pese a que Gener trataba de multiplicarse en las recepciones y las ayudas eran constantes, al cuadro balear le faltaba no tirar por la borda en ataque su meritorio labor defensiva. Ahí estuvo el choque, cuando con el 11-9, un remate de Da Silva y un fallo en la elaboración provocó el 13-9. Una renta que fue imposible de recortar pese al esfuerzo de las chicas de Llorens por agarrarse al choque. Pero entre Da Silva y Helia González fueron dilapidando las ilusiones de las baleares pese al 15-13 que puso algo de dudas en las locales. Pero la variedad de recursos del Naturhouse, que realizó un juego coral para, y los fallos en el ataque de Avarca de Menorca certificaron el 2-0 tras el 25-18.

El Naturhouse quería cerrar el partido por la vía rápida pese a las rotaciones que realizó Manuel Berenguel. Fue un tercer set en el que hubo más fallos de los deseados, lo que provocó que no hubiera la continuidad en las acciones. Los 19 errores (de 42 puntos) entre ambos equipos en esta última manga así lo atestiguan. Pese a ello, el tanto por ciento en las recepciones seguía sonriendo a las riojanas, pese a que fueron de más a menos. Llorens, ante tanto saque marrado (Rocío Gómez falló 5 en todo el partido), optó por saques más seguros en aras de un juego más frontal. Sin embargo, eso el Naturhouse, que también acumuló imprecisiones, fue más regular con una Da Silva que asumió gran parte del ataque local. Pese al equilibrio inicial: 5-4, el Naturhouse fue ampliando la renta hasta los 4 y 5 puntos de diferencia: 11-7 y 15-10 para rematar la faena gracias a 4 fallos casi seguidos de Menorca y colocar un insalvable 20-12, que se estabilizó hasta el 25-17 final.