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El Avarca Menorca regresa a la competición «seria» tras cumplir el trámite de la jornada pasada frente a un desahuciado CV Aguere (0-3), inmerso en una galopante crisis institucional y deportiva. En cualquier caso, el triunfo en La Laguna certificó la presencia del conjunto de Bep Llorens en la próxima edición de la Copa SM La Reina y afronta, a partir de hoy, las dos últimas jornadas de la primera vuelta para fijar la posición con la que accederá a la competición del KO.

El equipo de Ciutadella aspira aún a ser uno de los dos cabezas de serie de la Copa -la primera plaza es virtualmente del líder VB Logroño-, un puesto por el que pugnan también el Fachadas Dimurol Libby's y el CCO 7 Palmas. Los cruces directos en esta recta final del primer tramo del calendario pueden beneficiar al Avarca Menorca. Eso sí, el conjunto de poniente debe cumplir a golpe de victoria. El primer rival en cruzarse con los intereses bermelones es el Feel Volley Alcobendas, que visita el polideportivo a partir de las 19 horas.

El objetivo de obtener la mejor posición posible de cara a la Copa redundará en otro más a largo plazo, en la carrera de fondo que supone la liga y optar a uno de los cuatro puestos para disputar el «play-off» por el título. En este sentido, el entrenador Bep Llorens apunta que «una vez fijado el objetivo de la Copa, ahora vamos a intentar acabar la primera vuelta con el máximo de puntos posible y a mantenernos entre los cuatro primeros, espacio en el que nos hemos movido prácticamente toda esta vuelta».

Ganar los dos partidos que le restan -Alcobendas y Barça- asegurarían prácticamente el tercer puesto al Avarca Menorca y alimentaría las opciones de ser segundo en función de los duelos directos observados anteriormente. En cualquier caso, «no nos obsesionamos en este aspecto» asegura el técnico ciutadellenc y sí en recibir a un adversario que supone «un cambio de registro, en cuanto a juego, absoluto respecto a la semana anterior». El Alcobendas del exjugador internacional Guillermo Falasca -campeón de Superliga con el histórico Son Amar mallorquín y con un destacado palmarés europeo- presenta la principal «dificultad de ser uno de los equipos con el juego más rápido de la liga, nos supone un cambio de ritmo pronunciado en relación al partido con el Aguere».

De hecho, el entrenador menorquín diseñó la semana anterior un plan físico específico y se permitió reservar a la receptora argentina Maira Westergaard ante la «amabilidad» del adversario de turno. No será el caso de la presente cita, el Alcobendas «a la virtud de la rapidez con que ejecuta su juego» une la fiabilidad de un proyecto «posiblemente de los más estables en las tres últimas temporadas, por la continuidad que ha otorgado al bloque». En todo caso, el paso a enfrentarse a un juego más acelerado encaja con la actual versión del Avarca Menorca, «aunque tradicionalmente el Alcobendas es un equipo que nos ha hecho sufrir. Mis peores recuerdos pasan por alguna derrota sufrida ante el equipo madrileño».

Resultados deportivos al margen, Bep Llorens valora especialmente la respuesta de la grada, «hemos conseguido despertar a la afición sin más promoción que los resultados y el espíritu que transmite el equipo, por nivel e intensidad, al margen del marcador». Un peldaño más.