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El Avarca Menorca se anotó un duelo de vaivén, dinámico y marcado por las alternativas que lo mantuvieron abierto hasta el último punto (2-3). Junto al Haro protagonizó un choque apasionante que refuerza sus expectativas de cara a la Copa de la Reina. Lo cierto es que el equipo local entró frío y se topó con una defensa impecable, encajando del tirón un 1-4 que obligó a Avellaneda a tomar cartas. Pidió un tiempo muerto y la respuesta resultó fulgurante, enjugando la desventaja con Aida Etxebarría y dándole la vuelta al luminoso, frenando en el bloqueo a Noelia Sánchez y Maira Westergaard.

La vizcaína logró con un saque directo el 6-6 y con ello se abrió la pista de despegue para Haro que se puso por delante tras un bloqueo a Renata Benedito, rentabilizando un saque mortal de Tati Vera y aprovechando un error de Wanda Banguero. Eran puntos clave que compensaban el ‘block out’ sumado por Noelia y un error de De Blas, después de ver cómo el equipo jarrero se había colocado, arriesgando al máximo en el saque, (14-0), aunque se presumía que era una distancia ficticia. Lo demostró a las claras la segunda mitad del punto, que se decidió en un pulso titánico, después de asistir a la reacción del Avarca que recurrió a Wanda para machacar la cancha riojana, aprovechó las dudas generadas tras el remate que Paola Martínez llevó fuera y consiguió, por mediación de Renata, una nueva igualada (15-15) que se mantendría prácticamente hasta el final, después de un cruce de golpes apasionantes protagonizado por Noelia Sánchez, Wanda, Renata y Maira, por un lado, y De Blas, Paola, Hurst y Sofía Bulgarella, en el otro.

La central argentina se encargó de sellar, con un bloqueo insalvable, el primer asalto que se prolongó más de lo previsto (28-26). Nada alteró esa dinámica de máxima igualdad que se había respirado, a pesar de los altibajos del marcador. El segundo ‘set’ permitió a las baleares tomar inercia, exprimiendo la velocidad de sus circulaciones y a dos jugadas claves, una diagonal forzada de Aida Etxebarria que trataba de evitar el bloqueo y envío más allá de la línea lateral y un pepinazo de Wanda desde zona de zagueros que se estampó en la raya de fondo (4-7), minutos antes de resolver de nuevo una jugada repleta de recuperaciones milagrosas, bolas a medio camino y fintas sin fin (6-9).

El técnico de casa, que vio cómo se ampliaba a cinco el lastre sobre el Avarca, volvió a reclamar a las suyas junto al banco (6-11), sin conseguir en esta ocasión amortiguar las diferencias, que el equipo visitante mantuvo constante durante buena parte de ese encontronazo, conteniendo el bloqueo de Hurst, el remate de Paola contra bloqueo y el saque directo de Carmen Sáa, cediendo un punto hasta el error de Wanda, que estrelló su remate en la red (13-16). Una finta de María Barrasa dejó las cosas donde estaban, poco antes de entrar en el tramo final del punto (13-17).

Tal tensión se respiraba en el ambiente, a pesar de esa ventaja, que en ambos bandos se sucedieron varias pifias en el inicio de la jugada desde el saque, anulando la aportación que realizaban Hurst, Bulgarella, Remata y Wanda, situando el partido en la nebulosa de lo imposible (18-21) antes de que Paola Martínez tocase la divisoria en el bloqueo y Hurst compensase el punto en contra estrellando su remate contra el bloqueo balear en zona dos (19-22). Máxima tensión, una vez más. A De Blas se le fue el saque largo y Noelia remató con la derecha como recurso y llevó la bola a la red, pero tuvo la oportunidad en la siguiente jugada de encontrar una colocación más abierta, a su mano, y con ello remató la faena (21-25).

El arranque del tercero fue trepidante. Menorquinas y riojanas arriesgaron al máximo en el saque y jugaron a la tensa con una velocidad que minó la precisión en defensa y recepción. Más en el bando local que en el foráneo que aprovechó la embestida para lograr cuatro puntos de salida (3-7), apuntalados por un paralelo de Paola que perdió ángulo, un bloqueo de Wanda inapelable, una finta de Noelia y un saque directo de la gallega.

Hurst trató de salir al rescate para cerrar la vía de agua con una pegada desde atrás (4-7) y con ello se abrió la perta a una fase mucho más indecisa en la que se estrecharon los números al errar Maira y tocar en la varilla Renata (8-9). Tati se topó con la red, Carlota se equivocó en el bloqueo, De Blas superó a la defensa del Avarca y Bulgarella cerró el paso en la red para restablecer el equilibrio (11-11).

El partido se metió de lleno, una vez más, en un mano a mano imprevisible pero al OSACC pareció consumírsele la gasolina y un remate desviado de Ane y dos indecisiones entre las locales otorgaron a sus rivales una ligera ventaja (13-16) que las situó contra corriente, obligándoles a asumir riesgos que facilitaron la labor a Wanda en zona dos y a Noelia en cuatro, desde donde sumó tres puntos consecutivos con otros tantos trallazos en diagonal (17-21). La resistencia local, con Aida y Hurst al frente, sirvió de poco. María Barrasa sumó con su saque, como hizo a renglón seguido Paola Martínez, Hurst llegó desde atrás para superar al bloqueo central, Wanda encontró desde cuatro un espacio libre en el fondo, Aida fintó para mantener opciones, Hurst ajustó los números sobre posición y Maira evitó mayores sustos con un remate concluyente (23-25).

El problema es que ese encontronazo provocó un desgaste ilimitado que aprovecharon las locales para forzar a la heroica la disputa del quinto punto después de un ‘round’ con menos historia, sorprendentemente, que en los ‘sets’ anteriores. Las jarreras se hicieron con un botín fundamental en el inicio de ese cuarto (5-1) y supieron gestionar el margen de maniobra del que disfrutaron para presentarse en el tramo final con opciones claras, en un contexto muy diferente al disfrutado hasta ese momento. Se cruzaron de nuevo golpes a degüello. Pero en esta ocasión Hurst y Bulgarella tiraron del carro para aferrarse al ‘tie break’ que sí fue fiel a lo visto a lo largo de toda la mañana (25-19). Se decidió a cara o cruz. Y la cara sonrió, con apuros, al Avarca que libró alguna que otra bola de partido (15-17). Un triunfo que es una inyección de cara a la Copa.