El presidente bermellón, Andreu Hernández, dirigiéndose a la plantilla, a inicios de curso.

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La Challenge Cup 2022-23 hablará menorquín. La junta directiva en funciones del Club Voleibol Ciutadella ha comunicado públicamente este miércoles que acepta formalmente su inscripción en la próxima edición de la CEV Challenge Cup 2022-23.

La entidad que preside ahora, de manera transitoria, Andreu Hernández, acepta el reto y una década después regresará a Europa para disputar la próxima Challenge Cup, la tercera competición europea de clubes que organiza la CEV y que consta de 32 equipos de toda Europa, disputándose la misma a eliminatorias de doble vuelta y donde el ganador pasa de ronda. Así lo dejó entrever a «Es Diari» el propio Hernández, que todavía ayer mantenía reuniones para cerrar su presencia en el Viejo Continente, en una Challenge Cup cuyo sorteo de la misma suele realizarse a finales de junio y, normalmente, la competición comenzaría sobre la primera quincena de noviembre de este año, para concluir en abril de 2023.

«Estamos ultimando todo, pero repito, nuestra intención es la de aceptar y jugar la competición europea. Pinta bien la verdad», señalaba Hernández, que junto a la junta directiva, quieren tenerlo todo bien atado y pulido, antes de anunciar su decisión definitiva. En los despachos del CV Ciutadella trabajan para que sea una realidad y las Illes Balears, cinco años después del Espanya de Llucmajor de hockei línea, vuelva a tener un equipo en competición en Europa. A nivel económico, el club debería pagar tarifas por ronda que vaya pasando, unos 300 euros cada una. «No es una cantidad excesiva y lo que encarece la Challenge Cup son los arbitrajes y sobre todo los viajes que deberemos hacer; a saber en qué países», señalaba el mandatario, sin ver un impedimento excesivo el tema económico.

Para Hernández, un aspecto muy importante para dar el ‘sus’ a Europa es el deportivo, contando un una plantilla totalmente profesional y preparada para jugar miércoles y fin de semana, a un ritmo frenético y de una exigencia máxima a nivel físico y de pista. «Tienes que tener un equipo que responda y siendo a eliminatorias, puedes jugar una o cinco rondas y te puede tocar un italiano, que son muy duros; o de Islandia, Chipre o Israel… En junio veremos quiénes estamos pero hay que tener una plantilla preparada, sea para una ronda o para llegar a abril», abundaba el presidente. Y capacidad deportiva, «que es de lo que se ocupa el entrenador, Bep Llorens, a falta de cerrar la plantilla».

Un Pavelló a mejorar

En cuanto a las instalaciones, para disputar esta Challenge Cup el Pavelló Municipal de Ciutadella sería apto para acoger partidos, «a no ser que la CEV se pusiera muy quisquillosa. Se necesitan ocho metros libres de pista y tenemos siete, nada que no se pueda solucionar, como otros pequeños flecos», analizaba. Y quiso dejar claro Hernández que el marcador electrónico deportivo con pantalla, «no es una imposición en Challenge, tan solo en la Champions; como la publicidad con Led o que en la pista solo haya las líneas de volei». Dicho esto, subrayó el mandatario que el polideportivo necesita un lavado de cara, «como el suelo o la megafonía, no para Europa sino para el día a día», profundizó Hernández, ya en contactos con el Ajuntament de Ciutadella. «Estamos en ello. Hay que hablar también del día de descanso del Avarca y del miércoles que compita para reorganizar actividades. Si hace diez años se pudo, ¿por qué no ahora?», lanzaba, recordando que «estamos hablando de Europa y únicos de las Balears», matizó.