Alegría de jugadoras y técnicos del Avarca. | Archivo

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El Avarca de Menorca consiguió un trabajado triunfo en la cancha del Alcobendas, al que superó en los finales de cada set, en momentos determinantes en los que las jugadoras de Bep Llorens soportaron mejor la presión y supieron utilizar sus mejores bazas.

El partido comenzó bien para el equipo menorquín, que, en un abrir y cerrar de ojos, puso el 0-3 en el marcador. Estaba muy fallona la escuadra alcobendense, a la que le costó entrar en juego. Tras el 1-5 comenzó a funcionar el bloqueo local y ahí empezó a crecer su juego. Torres se encargó de poner el primer bloqueo de la tarde y Figueroa colaboró después con otros dos más. Otro bloqueo de Jean Pierre puso el empate a 11. El cuadro balear tenía dinamita en las puntas y, con el acierto de Westergaard y Portero, le era suficiente para mantener una pequeña ventaja a medida que se aproximaban los puntos calientes del set. Elizaga y Torres lograron dar la vuelta al marcador y poner a su equipo con punto de set (24-23). El tiempo muerto solicitado por Llorens fue milagroso, ya que su equipo logró un parcial de 0-3 que sentenció el set con un apretado 24-26.

En la segunda manga, tras un comienzo igualado (7-7), el conjunto madrileño consiguió una ligera ventaja gracias a tres errores consecutivos de las jugadoras del Avarca de Menorca (11-7). Aparecieron entonces en escena las centrales De Blas y, sobre todo, Carla Jiménez, para romper el bloqueo local y recortar una diferencia que Westergaard se encargó de neutralizar del todo (14-14).

Sin embargo, las jugadoras dirigidas por Alberto Chaparro volvieron a la carga con una inspirada Unzúe y el buen hacer de Elizaga. (20-17). Fue el momento de Portero. La rematadora almeriense se encargó de igualar el set con dos remates y una finta (20-20) para que Carla Jiménez, con un bloqueo, culminara la remontada (20-21). Ni los dos tiempos muertos solicitados por el técnico local ni el esfuerzo de Elizaga pudieron evitar que el set cayera nuevamente del lado menorquín tras un gran remate de Westergaard.

El tercer set tuvo un desarrollo muy parecido a los anteriores. Igualdad en el juego, con ligerísimas ventajas de uno y otro hasta llegar a los puntos calientes del set (19-19). A partir de ahí el juego del equipo menorquín se volvió más sólido y el Alcobendas se difuminó. Resultado: parcial de 2-6 y el set y el partido para el equipo que más lo mereció y que supo jugar con más acierto en los momentos decisivos.