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Lleva once años como coordinadora de la Biblioteca Pública y el Archivo Municipal de Sant Lluís y habla con entusiasmo, pasión incluso, de su trabajo profesional, del mundo de los libros y de los avances que han introducido las nuevas tecnologías de la comunicación en la gestión de las bibliotecas. Joana Garau Sobrino lo subrayó abiertamente en el capítulo de preguntas que le formulé sobre la actividad del centro que dirige: "Internet nos ha cambiado la vida".

BIBLIOTECA COMPARTIDA
El inicio de su incipiente biblioteca personal lo sitúa Joana Garau en su etapa adolescente. El grueso de la paga semanal que percibía de sus padres lo invertía en adquirir discos, "sobre todo discos porque la música me interesó desde muy joven", y una cantidad más reducida, tras acumular unos ahorros, la dedicaba a comprar libros. Hoy día cuenta con unos 2.000 volúmenes, aunque aclara que la suya es una biblioteca que comparte con su marido, Alfons Méndez, de quien dice que es un coleccionista de cómics forofo del Capitán Trueno. A tenor de lo que cuenta, Méndez debe ser un notable especialista sobre este legendario personaje.

A una bibliotecaria no hace falta preguntarle cómo tiene organizada su biblioteca privada. Doy por sentado que la de Joana Garau está bien ordenada: "Sí. Tengo mi apartado de literatura, en el que abundan las novelas; el apartado de obras menorquinas; y el apartado por temas, en el que figuran volúmenes de prehistoria, historia, etnología, música, arte, biografías y una serie de libros técnicos sobre biblioteconomía y archivística". Tras efectuar hace algún tiempo unas obras de reforma interior en su domicilio ya no tiene problemas de espacio.

AUTORES PREFERIDOS
La literatura entró en la vida de Joana Garau en sus años de estudiante de secundaria. Confiesa que Gabriel García Márquez y Pau Faner fueron los dos autores que despertaron su interés: "Leí 'Cien años de soledad' y me encantó. Un realismo mágico cautivador que también está presente en la producción literaria de Faner. Los libros de García Márquez y Faner me adentraron en la literatura". Y a partir de ahí se sucedieron otros escritores de reconocido talento. Menciona así el nombre de George Orwell y su profética obra "1984", con el control que ejerce el poder del Gran Hermano y que hoy, transcurridos varios lustros, la sociedad ve cómo se intenta desbaratar con la irrupción de Wikileaks; cita al italiano Umberto Eco y "El nom de la rosa"; y resalta las obras "La suite francesa" y "Vi de solitud" de la rusa Irene Nemirovsky, "una escritora que en plena juventud supo plasmar con gran maestría y madurez las grandezas y miserias humanas".
A la bibliotecaria de Sant Lluís le gustan otros muchos creadores, entre ellos José Saramago, de quien ha leído por ejemplo "Ensayo sobre la ceguera", "Intermitencias de la muerte" y "Ensayo sobre la lucidez"; Mario Vargas Llosa, flamante Nobel, "un escritor divertido y que leo con placer", así le ha ocurrido con "La tía Julia y el escribidor", "Pantaleón y las visitadoras" o "Conversación en la catedral"; Juan Rulfo y su magistral "Pedro Páramo" o "El llano en llamas". Y anota más nombres: Camilo José Cela, Miguel Delibes, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes y Manuel de Pedrolo. Y hace una breve y elogiosa referencia al "Quadern gris" de Josep Pla y la poesía de Miquel Martí i Pol.

Sobre los autores menorquines, Joana Garau no duda en destacar, además del ya nombrado Pau Faner, a Joan Pons (de quien se disponía a leer su última novela, "Gossos de pluja", cuando mantuvimos nuestra conversación), Maite Salord y Ponç Pons. "Y todavía tengo pendiente la lectura de las novelas de Esperança Camps".

INTERCOMUNICACIÓN
Obligada por razones obvias a mantenerse bien informada sobre los libros que van apareciendo en el mercado editorial, Joana Garau apunta que cada mes y medio el Servei Coordinador de les Biblioteques de Menorca convoca una reunión para exponer las novedades publicadas y acordar su itinerario por los centros que integran la red. Otras vías de información habituales son internet, la revista "Leer", los catálogos que remiten las editoriales, los suplementos literarios de los principales periódicos nacionales y las visitas comerciales de los vendedores a domicilio. "Sí, todavía existen, pero ya no vienen para vender enciclopedias; ahora nos presentan mayormente sus colecciones de películas en DVD".

Le planteo a Joana Garau el tema de las librerías y bibliotecas digitales. Se esperaba la pregunta y manifiesta, en su respuesta, que hoy día las bibliotecas convencionales tienen que centrar su labor en saber gestionar correctamente los recursos y la abundante información disponibles, así como acentuar la misión orientadora respecto a los usuarios de esos centros culturales. "Internet nos ha cambiado la vida –afirma Garau–. Es cierto que hay un antes y un después de internet. La red permite la intercomunicación permanente entre las bibliotecas, se gana en eficacia. Y el lector agradece naturalmente que su biblioteca esté al día".

DATOS POSITIVOS EN SANT LLUÍS
La Biblioteca Pública de Sant Lluís cuenta con unos 15.000 volúmenes y goza de mucha vitalidad. "El servicio de préstamo se ha disparado en los últimos años", asegura Joana Garau. Y aporta datos: En 2005, se registraron 8.231 lectores y se prestaron 7.042 volúmenes. Cuatro años más tarde, en 2009, hubo 13.999 lectores y se tramitaron 10.427 préstamos. La crisis económica y las ganas de mejorar la formación explican esta positiva estadística, según la observación hecha por la bibliotecaria. Por otra parte, ya pasó a la historia el hecho de que el fomento de la lectura se realizara sólo en vísperas de la Fiesta del Libro. "En la actualidad, la promoción se realiza a lo largo de todo el año; se organizan "contacontes" y visitas escolares (incluso con niños de 2 años de edad)". Y otro dato llama la atención: La Biblioteca Pública de Sant Lluís cuenta con un significativo número de lectores ingleses.
Consciente del imparable avance de la tecnología digital, Joana Garau insiste en que el gran reto que tienen que afrontar las bibliotecas en la actualidad no es otro que acertar en una adecuada gestión de sus recursos.


Amplia experiencia profesional en Biblioteconomía y Documentación

Joana Garau Sobrino (Maó, 1967) ejerce desde 1999 como coordinadora de la Biblioteca Pública y del Archivo Municipal de Sant Lluís. Es diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Escuela universitaria "Jordi Rubió i Balaguer" de Barcelona; es licenciada en Geografía e Historia, en la especialidad de Historia del Arte, por la Universitat de Barcelona; y posee el título de grado elemental de Música, en la especialidad de Violín, que obtuvo tras cursar los correspondientes estudios en la delegación menorquina del Conservatori Professional de Música de Balears. Joana Garau está casada con el economista Alfons Méndez y son padres de una niña de 9 años.

Garau cuenta con una amplia experiencia profesional como bibliotecaria. En 1985 trabajó en la Biblioteca Hernández Mora, dependiente del Ayuntamiento de Maó, donde se encargó de la organización de su fondo bibliográfico. Mientras cursaba los estudios de Biblioteconomía pudo realizar unas prácticas en la Biblioteca de ESADE y en el departamento de Música de la Biblioteca de Catalunya, ambas en Barcelona. Durante el curso de 1987-88 trabajó como becaria en el Centre d'Informació i Documentació Internacionals de Barcelona. Posteriormente tuvo la oportunidad de ejercer en el Centre d'Història Contemporània de la Generalitat de Catalunya, donde participó en la creación de la base de datos bibliográficos y la informatización del fondo bibliográfico y documental. En 1989 trabajó en el Centre d'Investigació de la Comunicació, dependiente de la Generalitat catalana. Los seis años siguientes ejerció en el departamento de Música de la Biblioteca de Catalunya y se involucró en la catalogación e informatización de los fondos de música impresa, manuscrita y de literatura musical. Antes de incorporarse a la Biblioteca de Sant Lluís, Joana Garau ocupó la dirección de la Biblioteca-Arxiu Fernando Rubió Tudurí.

Garau ha participado en numerosos cursos monográficos, seminarios y congresos relativos a su especialidad profesional. Es autora, junto con Joana Crespí y Rosa Montalt, de la comunicación "Música i automatització: una experiència", que se presentó en las "4es Jornades Catalanes de Documentació" que se celebraron en 1992 en Barcelona. Es coautora, con Joana Crespí, del libro "Catàleg del fons musical Josep M. Ruera", editado en 1993. Dos años antes, en 1991, colaboró en la publicación del "Directori Espanyol d'Investigació en Comunicació". En 2004 participó en la publicación del estudio "Situació profesional als arxius, biblioteques i centres de documentació de les Illes Balears". Ese mismo año se le confió la coordinación de la obra "Història il·lustrada de Sant Lluís". Es colaboradora habitual de las revistas "S'Auba" y "X-Tu" y ha publicado trabajos de investigación y divulgación en los programas de las fiestas de Sant Lluís de los años 2006 y 2007.