La mar de lletres | Assaig i literatura

Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?
autor: Nicholas Carr
traducción: Pedro Cifuentes
género: Ensayo
editorial: Taurus
edición: Madrid, 2011
páginas: 352
precio: 19,50 euros

Moonwalking with Einstein
autor: Joshua Foer
género: Ensayo
editorial: Penguin
edición: Londres, 2011
páginas: 307
precio: 14,99 libras

Internet es una superherramienta intelectual multiusos cuyos límites son por ahora desconocidos. Sin embargo, nuestras mentes podrían estar pagando un precio al acomodarse a todo lo que nos facilita la red como nos advierte el escritor norteamericano Nicholas Carr (1959) en "Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?", un interesante ensayo en el que propugna que Google nos está volviendo más hábiles para manejar y ojear superficialmente la información pero menos capaces de concentración, contemplación y reflexión.

Cada vez que aparece alguna nueva tecnología surgen los catastrofistas de turno para pronosticar todo tipo de calamidades. La cosa viene de tan antiguo que el propio Sócrates advertía a través de una fábula que contó a Fedro que quienes se basen en la lectura para su conocimiento parecerá que saben mucho pero la mayoría no sabrá nada. Afortunadamente Platón recogió por escrito las palabras de su maestro, porque si no el mundo actual ignoraría la existencia del padre del pensamiento griego.

Quizás Carr sea otro de esos cenizos cuyas letanías han quedado superadas por la realidad y yacen olvidadas en el último estante de alguna biblioteca perdida pero, en cualquier caso, sus argumentaciones están muy bien formuladas y magníficamente expuestas. Puede ser que no haya para tanto pero vale la pena prestar atención a su tesis y de paso aprenderemos algunas cosas interesantes por el camino.

Uno de los efectos más probados de la tecnología digital es que cada vez tenemos que confiar menos en la memoria y la estamos externalizando para asuntos como los números de teléfono y aquellos datos que podemos recuperar con un simple clic. Este proceso parece ser todavía más acusado en los jóvenes que han crecido con internet como niñera. Frente a esta tendencia a confiar en los discos duros, en los 'pendrives' y en los buscadores de internet para recordar, el periodista Joshua Foer (Washington, 1982) recorrió el camino contrario en "Moonwalking with Einstein", que lleva como subtítulo el arte y la ciencia de recordarlo todo.

Foer escribió en 2005 una información sobre el campeonato de Estados Unidos de Memoria y, tras conocer, a varios especialistas en mnemotecnia que le adiestraron se planteó el reto de concursar en una próxima edición, sin que hasta entonces hubiera tenido una especial habilidad para recordar. Finalmente, el periodista alcanzó las finales de esa competición al año siguiente y nos cuenta su singular experiencia.

Aunque el libro de Foer no ha sido todavía traducido al castellano, es interesante conocerlo porque su recorrido por la historia de la mnemotecnia y sus charlas con los genios de la retentiva son divertidas y por sus conclusiones de por que continúa siendo importante el cultivo de la memoria.

Otra forma de ver París
Joan Cantavella Madrid

París insólito
autor: Jean-Paul Clébert
traducción: Javier Albiñana
género: Ensayo
ilustraciones: Patrice Molinard
editorial: Seix Barral
edición: Barcelona, 2011
páginas: 352
precio: 21 euros

Una ciudad tan visitada, recreada, imaginada; una ciudad sobre la que parece que ya se ha dicho todo, después de convertirse en un mito, puede arrojar todavía imágenes íntimas en las que ni podíamos pensar. Hablamos de París, como podíamos fijarnos en otras que responden a estas mismas características, porque son objeto del deseo desde mucho tiempo atrás. ¿Qué no se habrá dicho de aquella ciudad, qué aspecto no habrá sido abordado aún?

Jean-Paul Clébert ha buscado el "París insólito" y acompaña la descripción de estos lugares ocultos y llamativos con las fotos que ha captado Patrice Molinard. Clébert es un autor un poco especial, porque la visión que proyecta es la de un maleante, algo que no finge, porque durante buena parte de su vida se había comportado como tal (hasta llegó a ser huésped de la cárcel por este motivo). De esta guisa zangoneó por la capital, se emborrachó con los "clochards", durmió en lugares imposibles y comió ranchos zafios, pero en todo momento no dejó de tomar nota de cuanto presenciaba o le contaban. Eran papeles indecorosos donde apuntaba de prisa anécdotas y sensaciones, a los que en los ratos de mayor tranquilidad les daba forma para no perder la máxima aproximación a cuanto había visto o escuchado, porque su pretensión es que salga de allí un auténtico testimonio de lo que se estaba cociendo, algo que solo conocen los que lo viven.

Describe, por poner un ejemplo, sus andanzas por distintos barrios y las sutiles maneras de buscarse acomodo para pasar la noche. Cuando no podía ser de otra manera acudía a los cementerios (el tan conocido de Père Lachaise) y allí siempre encontraba un lugar donde refugiarse y hasta es testigo de escabrosos negocios a cuenta de la compra de calaveras, pero aquellos que viven en esta tremenda exclusión social se lo piensan poco para buscar las más extrañas maneras de sobrevivir. Y todo ello está contado con rudas palabras del ambiente poco convencional en el que se desarrolla la acción.

Tratado de la vida elegante
autor: Honoré de Balzac
traductor: Lluís María Todó
género: Costumbres
editorial: Impedimenta
páginas: 100
precio: 15,95 euros

Este curioso "Tratado de la vida elegante" fue publicado en 1830 por Honoré de Balzac como complemento de la "Comedia Humana". El tratado, publicado en cinco entregas en el semanario "La Mode" es la primera de las tres partes de la "Patología de la Vida Social" que se completó más tarde con la "Teoría de los Andares" y el "Tratado de los Excitantes Modernos".

Para dar las claves sobre la elegancia, el novelista francés partía de la base de que el hombre social necesita distinguirse de los demás. "Este sentir ? afirmó- constituye, sin duda, una necesidad del alma, una especie de sed: pues incluso el salvaje tiene sus plumas, sus tatuajes, sus arcos trabajado, sus conchas, y se pelea por unas cuentas de cristal·". El escritor francés señala que "la urbanidad, la elegancia en los modales. Ese "je ne sais quoi" fruto de una educación completa, forman la única barrera que separa al ocioso del hombre ocupado".

El librito del autor de "Papa Goriot" se complementa con una serie de aforismos, algunos contradictorios entre sí. De hecho, cree que la elegancia es una cualidad innata y que la apostura de un hombre se adivina por su forma de llevar el bastón. "El bárbaro se abriga, el rico o el tonto se adornan, el hombre elegante se viste", sentencia un Balzac consciente de que la auténtica elegancia sólo es para unos pocos ya que "un pueblo de ricos es un sueño político imposible de alcanzar". En cualquier caso defendía una discreción que todavía sigue siendo válida: "todo lo que aspira a causar efecto es de mal gusto, como todo lo tumultuoso".

Recorrido histórico, científico e intelectual en torno a una pregunta fascinante. ¿Es verdad que el mundo es diferente según la lengua que hablamos? ¿Influye nuestra lengua en la manera en que pensamos y nos comportamos? Deutscher es uno de los lingüistas más prestigiosos.