TW
0

Para los incondicionales Loquillo siempre sabe a poco. Se resistían el viernes por la noche a abandonar el Akelarre, cuando minutos antes de la una de la madrugada, el del Clot ponía punto y final a un concierto que había comenzado puntualmente, a las once y media, y en el que unas 250 personas disfrutaron de los temas de "Su nombre era el de todas las mujeres", su último trabajo. Inconfundible, un punto irreverente -desafiando las normas se encendió un pitillo al final del concierto-, Loquillo se enseñoreó del club del puerto de Maó, más si cabe cuando con "La mala reputación" hizo un guiño a uno de sus discos más celebres, a la época que enganchó a toda una generación.