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«Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro». Estas son las primeras líneas de un libro que cumple ya cien años, «Platero y yo», de Juan Ramón Jiménez. Una efeméride a la que se han sumado medio millar de alumnos de los cuatro centros educativos de Alaior, que ayer participaron en la lectura pública organizada desde el Ayuntamiento, para rendir un homenaje al escritor onubense y al centenario de la primera edición de esta obra universal.

En total fueron 553 los alumnos que tomaron parte en esta jornada dedicada a la literatura, y más concretamente, a esta obra en la que el autor natural de Moguer (Huelva) vuelca un rico vocabulario, con abundancia de figuras retóricas como la comparación o la metáfora y también de adjetivaciones. Lo hace, con una historia que narra la vida de Platero, un burro compañero y amigo del autor, al que confía todas sus confidencias. Todo, recogido en ricos poemas en prosa que alumnos de primero de Secundaria del instituto Josep Miquel Guàrdia y de quinto y sexto de los colegios Doctor Comas Camps, La Salle y Mestre Duran, leyeron durante unas dos horas, en distintas ubicaciones del centro de Alaior.

La jornada se había organizado de manera que entre los cuatro centros se leyeran los 138 capítulos de «Platero y yo». Y así lo hicieron 110 estudiantes del 'Doctor Comas' en es Munt de l'Àngel, 26 del 'Mestre Duran' en Dalt es Fossar, 51 de La Salle en Sa Plaça y 72 alumnos del instituto en la Plaça des Ramal.