La pedagoga Pilar Benejam presenta estos días su último libro | Assumpta Sendra

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Pilar Benejam Arguimbau (Ciutadella, 1937) es geógrafa y pedagoga de formación,  catedrática en el Departamento de Didáctica de la Lengua, la Literatura y las Ciencias Sociales de la Universitat Autònoma de Barcelona. Su basta trayectoria en el mundo de la educación la han convertido en un referente al que seguir y escuchar.

Su último libro, "Quina educació volem?", editado por la Associació Rosa Sensat, dentro de la colección "Referents", expone y argumenta su pensamiento desde la práctica acumulada, esa que solo da una trayectoria dilatada dedicada a la escuela y a la formación de futuros maestros. En sus propias palabras, el libro es fruto de "el conocimiento, la serenidad y la benevolencia que dan la experiencia, la reflexión y la memoria".

En el momento convulso que vivimos debido a la reforma educativa que ha impulsado el gobierno actual, se hace obligatorio escuchar a una de las voces más prestigiosas  del ámbito educativo y fomentar un amplio debate sobre el futuro que queremos para nuestros jóvenes, el futuro de nuestro país.

El titulo del libro formula  una pregunta: "Qué educación queremos?" ¿Cómo puede ser que  aún no tengamos claro un tema tan crucial para la sociedad?

Concretar las finalidades  de la educación implica  proyectar un cierto ideal de sociedad posible y una posición ética.  Es sabido que  sobre estos temas no hay acuerdo, pero están claras diversas opciones. Nosotros defendemos una educación humanista,  basada  en  la dignidad de toda persona humana y en los principios democráticos de libertad, igualdad y participación. En el  libro  explico,  argumento y ejemplifico  lo que  implican estos principios considerados desde  la  enseñanza y el aprendizaje.

Si los recursos  humanos y materiales  son  fundamentales  en la educación, y se ha demostrado que están ligados a los buenos resultados, ¿por qué no se dedican más esfuerzos para mejorarlos?

Las sociedades  realmente democráticas siempre han considerado la prioridad de la educación y de la sanidad públicas.  El dedicarles  más o menos recursos  entra en el campo de la política. Sin desestimar la importancia de los recursos materiales, considero fundamentales los recursos humanos  más en su vertiente cualitativa que cuantitativa. 

En el libro habla de igualdad.  ¿Cree que ésta se da  entre la escuela pública  y la concertada?

En lo referente a la cualidad no se puede hablar  de forma  generalizada. Hay escuelas públicas  muy buenas, las hay mediocres  y otras funcionan mal  y lo mismo se podría decir de la concertada. La diferencia consiste en que la escuela privada puede seleccionar el profesorado y  en gran medida  a sus alumnos. Hoy, como ocurre en la mayoría de países occidentales,  el hecho de defender la escuela pública  no niega la posibilidad de que exista un sector privado. A lo que obliga es que la escuela pública tenga una cualidad  en educación que  nada tenga que envidiar a la privada.

Si la sociedad en la que vivimos  no es  igualitaria, ¿no es  utópico pensar que lo tenga que ser la escuela? 

Hay quienes piensan que la igualdad es deseable pero que no es posible.  Quienes  defendemos  una escuela humanista y democrática decimos que queremos  una  educación  que ofrezca toda la  igualdad de oportunidades  posibles.  En esta línea damos gran importancia a la educación compensatoria  y al hecho de  tener en cuenta la diversidad  que presentan los alumnos. Es una contradicción  defender  una sociedad democrática  en la que cada ciudadano tiene un voto y todos los votos tienen el mismo valor y  no procurar por todos los medios preparar a todos los ciudadanos  para que voten  con conocimiento y responsabilidad.

¿Hay  un exceso de carga de deberes  por parte del profesorado hacia los alumnos? ¿Son los deberes  una fuente de desigualdad entre los alumnos?

Si los alumnos trabajan y aprenden durante  cinco- seis  horas diarias en clase los deberes,   en casa se pueden limitar a  acabar un trabajo, se puede  repasar un tema  o buscar una información. Algunos docentes se limitan a dar información, mucha información y el alumno ha de estudiar los apuntes y hacer los trabajos en casa. Si a algunos profesores les dieran fuera del horario escolar tanto trabajo como el que dan a sus alumnos, ¡acudirían al sindicato! El  exceso de trabajo lleva al desinterés y al desánimo. Efectivamente, los deberes crean desigualdad entre los alumnos porque todos no tienen padres ilustrados ni recursos para pagar clases particulares.

¿Piensa que la formación del profesorado es mejorable? ¿Hacia donde tendría que ir esta formación?

Este es un tema en el que he trabajado mucho y no puedo contestarle en pocas palabras. Pensamos que la formación del profesorado es un tema pendiente, en el que se han hecho y se están haciendo esfuerzos para mejorarla pero, en general, la formación inicial es inadecuada y últimamente se han escatimado recursos para la formación permanente.

Proponemos una preparación cultural amplia y rigurosa, una prueba exigente de acceso a la formación docente y una formación profesional en la que se relacione estrechamente teoría y práctica.

¿Teoría y práctica son inseparables  en el trabajo del maestro?

Solamente enseña bien quien siempre aprende. La teoría orienta la práctica y le da finalidad y coherencia y la práctica convierte el saber en acción y al hacerlo, la adapta a las necesidades de sus alumnos, la cuestiona o matiza y procura a la teoría muchos motivos de investigación. Un maestro o profesor es la persona que sabe y sabe hacer.

¿Educar y enseñar? Gestionar las emociones y los conocimientos no parece una tarea fácil. ¿Ambas  son tares del maestro?

No se puede enseñar sin educar ya sea bien o mal porque lo que se enseña y la manera como se enseña favorece  unos u otros valores. No se pueden separar los conocimientos de las emociones  porque un alumno con problemas emocionales  aprende con dificultad. El docente como profesional es la persona que sabe gestionar el conocimiento y sabe dar seguridad, ayudar y motivar a los alumnos. La docencia es un acto de respecto y de estimación. Evidentemente, ser un buen maestro no es fácil, por esto es tan importante la formación docente. No hay que olvidar que la escuela comparte sus responsabilidades con los padres y la sociedad en general.

¿Qué piensa del TIL en las Illes Balears? 

Pienso que creó un grave problema donde no lo había. Todos sabemos que los alumnos han de finalizar la escolaridad con buenos conocimientos de catalán, castellano y de inglés. El documento que han redactado los docentes de Balears me parece muy adecuado y coherente.

¿Es necesario un pacto de Estado en cuanto a Educación? ¿Por qué es tan difícil conseguirlo? ¿Debemos entender que es cierto que no hay ningún tipo de voluntad para arreglar este problema?

La educación sin tradición queda desorientada y oscilante. Una cosa es que haya diversas  maneras de entender la educación y otra es que no se puedan plantear unas bases mínimas comunes sobre las que basar un consenso educativo que no cambie con cada gobierno. En nuestro país, desgraciadamente, tenemos poca tradición democrática y de consenso resultado del diálogo y el pacto. Cada partido en el poder impone su proyecto que dura lo que dura el gobierno.