El concejal de Cultura, Josep Juaneda, en el patio de butacas, fue testigo de la visita | Sergi Garcia

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La espera para poder disfrutar de nuevo del Teatre des Born está siendo larga, pero después de 12 años con las puertas cerradas todo apunta a que el proceso ha entrado en la recta final. Lo que sí parece claro es que los ciudadanos tienen ganas de recuperar ese espacio y curiosidad por conocer su estado, y prueba de ello es la respuesta a las tres visitas guiadas programadas para este sábado por la mañana, para las que agotaron las 90 plazas ofrecidas por el Ayuntamiento.

«La respuesta ha sido muy buena», reconocía el arquitecto Domingo Enrich, director del equipo responsable de redactar el proyecto de conclusión de la obra inicial y quien se encargó de guiar las visitas, de una hora de duración cada una de ellas. «La idea es mostrar lo que está acabado y lo que queda por hacer», resumía.

Y es que, a simple vista, cuando se entra en el teatro parece que está preparado para su apertura, pero nada más lejos de la realidad. Según explicó el arquitecto a los asistentes queda pendiente solventar algunas cuestiones de seguridad, iluminación, mejorar la visibilidad de algunas y dotar de butacas a los palcos, entre otras actuaciones. Y lo más importante, preparar la caja escénica para que sea dotada del equipamiento necesario.

Con la obra ya adjudicada, se espera que la actuación comience en breve. La estimación municipal es que el espacio pueda abrir durante el segundo semestre de 2019.